El líder nacional del PAN, Marko Cortés Mendoza, se negó a revelar el nombre del candidato al gobierno interino de Puebla, acusó que la muerte de Martha Erika Alonso Hidalgo no fue accidente y afirmó que buscará reconciliarse con los partidos del frente.
Tras una reunión privada de cuatro horas con los líderes del panismo poblano en la sede del partido, únicamente dio a conocer que se acordó “cerrar filas” de cara a la elección extraordinaria por la gubernatura.
A una semana de que venza el plazo para la designación del interinato confió en que el Congreso designará “por tradición” a un perfil cercano al PAN e incluso parte del grupo político del difunto exgobernador Rafael Moreno Valle.
En rueda de prensa, confirmó que con la Secretaría de Gobernación (Segob) llegó al acuerdo de que el interinato de cinco meses sea encabezado por el albiazul, lo cual negó antes la bancada panista, que incluso anunció que apoyaría a un perfil ciudadano.
Tras el encuentro con representantes del morenovallismo y los panistas “tradicionales”, el dirigente sostuvo que el pacto con el gobierno federal va “muy avanzado” y por ello se dijo esperanzado de que será respetado por la coalición legislativa de Juntos Haremos Historia.
Sin candidato a gubernatura
Pese a la insistencia para que revelara el nombre, se negó a hacerlo y solo refirió que es una persona que garantizará la continuidad del “desarrollo, modernidad y crecimiento” que el estado ha tenido en los últimos ocho años, desde que gobierna el PAN.
Sostuvo que en la reunión no se habló nada del método de selección de candidato a la gubernatura ni de quién se perfilaría como abanderado, aunque estuvieron varios de los que se han señalado como aspirantes.
Sin dar declaraciones llegaron y se fueron los exalcaldes de Puebla Luis Banck Serrato (que no es panista) y Eduardo Rivera Pérez; los exdiputados locales Francisco Rodríguez Álvarez, Pablo Rodríguez Regordosa, Jorge Aguilar Chedraui y Susana y Mario Riestra Piña, así como los exdirigentes estatales del partido Jesús Giles Carmona, Rafael Micalco Méndez y Juan Carlos Mondragón Quintana.
También acudió la diputada federal Verónica Sobrado Rodríguez; el exdiputado federal Juan Pablo Piña Kurczyn; el exsenador Humberto Aguilar Chedraui; el exsecretario federal de Economía, Luis Ernesto Derbez y Antonio Gali López, hijo del exgobernador Antonio Gali Fayad, que tampoco es panista.
A pesar del desfile de liderazgos, Cortés Mendoza no perfiló a ninguno para el interinato ni para la candidatura al gobierno del estado, lo cual pudo hacer tensa la reunión, pues todos salieron notablemente molestos, con excepción de Rivera Pérez.
Buscará reconciliar al frente
El otro acuerdo que dio a conocer es que para los comicios extraordinarios se buscará formar de nuevo la coalición Por Puebla al Frente, aunque preciosamente este mañana el PRD, MC, NA y PSI anunciaron que buscarían una alianza con el PRI o incluso con Morena tras ser excluidos por el albiazul.
A pesar de que Fernando Morales Martínez, líder de Movimiento Ciudadano (MC), llamó “arrogantes” a los panistas por considerarse “herederos” del gobierno del estado, Cortés Mendoza evitó responder a las acusaciones y solo mencionó que “dialogará” con los partidos inconformes.
El líder panista aprovechó la atención de los medios para señalar que “no hay elementos que hagan pensar” que el desplome del helicóptero en el que viajaban Alonso Hidalgo y Moreno Valle fue accidental o consecuencia de una falla humana.
Sin aclarar qué pruebas o argumentos fundamentan su teoría, defendió que el trabajo de los dos pilotos (que también fallecieron) “era confiable y reconocido”, por lo que rechazó que el siniestro fuera consecuencia de un error u omisión suya.
Sin embargo no se atrevió a denunciar un ataque directo y solo reiteró su demanda de que el gobierno federal realice una investigación que esclarezca los hechos y dé a conocer los motivos “reales” que ocasionaron la caída del aeronave el pasado 24 de diciembre.
