Oaxaca es uno de los estados con mayor plurilingüismo en México debido a que en su territorio coexisten alrededor de 15 lenguas indígenas, de las cuales cinco concentran el mayor número de hablantes: zapoteco, mixteco, mazateco, chinanteco y mixe.
De acuerdo con registros del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), hasta el 2010, estos idiomas en su conjunto reunían al 20.4 por ciento del total de hablantes de alguna lengua originaria del país, como el zapoteco –del cual se reconocen hasta ahora 62 variantes dialectales–.
En la Sierra Norte oaxaqueña se ubica la comunidad de San Juan Tabaá, cuto nombre tiene raíces zapotecas [Tapa-baa] y significa “cuatro tumbas”, en referencia a un cerro cercano en el que la leyenda cuenta que se encuentran enterrados los fundadores de la localidad, lugar de origen de Noemí Soledad Patricio Encarnación, alumna de la Facultad de Psicología de la BUAP.
La estudiante es hija de un hablante de dixha faraxhe –autodenominación que emplea para referirse al zapoteco serrano del sureste alto–, el cual comenzó a dominar de forma auditiva en la escuela, por lo que comprende de un 80 a un 90 por ciento, aunque se le dificulta hablarlo.
No obstante, la casi egresada tiene la convicción de querer afianzar sus conocimientos verbales en este idioma para trabajar en Oaxaca, uno de los estados más vulnerables y de los más pobres, con jóvenes y señoras de sus comunidades.
Resaltó que los padres que deciden no enseñar a sus hijos la lengua indígena que hablan no son conscientes de la pérdida de diversidad cultural que esto conlleva, así como los jóvenes de su comunidad que, después de salir a alguna ciudad a estudiar y volver, dejan de hablar zapoteco porque dicen olvidarlo.
Editado por Diana Lizeth Pérez Morales
