En medio de las dos auditorías que alista la ASE y el presunto desvío de recursos al equipo Lobos, la gestión de Alfonso Esparza Ortiz recibió un presupuesto de 6 mil 654 millones 344 mil 268 pesos para la BUAP en 2020, es decir, sólo 2.77 por ciento más que en 2019.
Esta cifra es menor al incremento proporcional respecto a la inflación, estimada en 3.5 por ciento, que el rector había solicitado para el próximo ejercicio fiscal y confirmaría que no se ampliará la matrícula de nuevo ingreso ni la base de docentes.
En contraste, el año pasado, antes de salir a la luz pública el supuesto derroche de recursos públicos para sostener al fallido equipo de futbol, la universidad obtuvo 6 mil 474 millones 601 mil 856 pesos, cifra que representó un incremento del 8.8 por ciento respecto a los 5 mil 951 millones 352 mil 397 pesos de 2018.
Lo anterior, de acuerdo con lo establecido en la Ley de Egresos del Estado de Puebla para 2020, aprobada el pasado viernes en el Congreso de Puebla, donde se especifica que, para gasto etiquetado (recursos a programas y acciones específicas), la institución recibirá 4 mil 475 millones 801 millones 848 de pesos.
En tanto, el gasto no etiquetado, es decir, recursos de los cuales la administración universitaria podrá disponer libremente, asciende a 2 mil 178 millones 542 mil 420 pesos.
Los recursos federales y estatales destinados a la BUAP suman el 95 por ciento del total que ejerce la institución, a los cuales se añaden los que percibe por “ingresos propios”, que sólo representan el 5 por ciento.