Sindicalizados de la Comuna se manifestaron para acusar que el líder Gonzalo Juárez Méndez es protegido por la alcaldesa Claudia Rivera Vivanco, quien es omisa ante denuncias de acoso laboral por no apoyarlo, que incluso derivaron en el despido injustificado de cuatro.
Este domingo, frente al Palacio Municipal, los inconformes se manifestaron para acusar que Juárez Méndez no representa los intereses de la base, pues incluso recibió un bono de 800 mil pesos como “cuota” para él y sus delegados que es usado para “reprimirlos”.
En entrevista, Susana Vidal Romero recordó que Juárez Méndez fue destituido en una asamblea del 11 de enero por obedecer a sus intereses personales con el “beneplácito” de la presidenta municipal, razón por la que a más de mil trabajadores les han negado días económicos, préstamos o les esconden sus tarjetas para que no chequen su entrada ni salida.
Incluso mencionó que en los diez meses de la administración municipal de la edil, cuatro personas de la sindicatura, DIF y un departamento de Ecología fueron dadas de baja pese a que en 14 años de servicio no tuvieron problemas.
Esto, recalcó, es avalado por Rivera Vivanco a través de la Secretaría de Administración (Secad), a cargo de Leobardo Rodríguez Juárez, a quien señaló como “la mano ejecutora de todas las represiones”.
Mencionó que los casos llevan un proceso legal, pero acusó que los magistrados del Tribunal de Conciliación y Arbitraje del municipio de Puebla son “impuestos” por la alcaldesa, con lo que dejó entre ver que no procederían.
Acuerdos “morenovallistas”
Otro que no hace algo al respecto, pese a saber lo que ocurre –agregó– es Javier Palou García, jefe de Ofician de la Presidencia.
Vidal Romero agregó que en la asamblea de hace siete meses, más del 51 por ciento votó por ella como lideresa de Sindicato Benito Juárez García y quitó a Juárez Méndez, sin embargo el Tribunal de Conciliación y Arbitraje municipal le ha negado la toma de nota, razón por la que tramitó un amparo.
Lo anterior, pese a que se votó de manera libre y secreta, mientras que el actual líder fue reelegido en una asamblea “patito” realizada en octubre de 2018, a días de que saliera Luis Banck Serrato, del entonces grupo “morenogalista” del PAN, razón por la que se pregunta si la alcaldesa, pese a ser emanada de Morena, tenga acuerdos con esta ala del PAN.
“La asamblea fue a todas luces fuera de ley, se hizo en 10 minutos, hubo infiltrados, fue por mano levantada y no por voto libre”, lanzó.
Finalmente, negó que ella y los demás inconformes tengan vínculo con el exlíder sindical, Israel Pacheco Velázquez, sino que, argumentó, son una base inconforme que quieren un sindicato que los represente.
