Después de nueve meses, Volkswagen concluyó la instalación de sus mallas antigranizo, con la finalidad de proteger sus vehículos, y retirar el uso automático de sus cañones antigranizo, los cuales se presume que causan sequías en los municipios cercanos.
La malla abarca una superficie de alrededor de 393 mil 500 metros cuadrados y tiene como objetivo contener la caída de granizo sobre nuevas unidades, evitando así daños en las carrocerías y cristales.
Esta protección fue colocada en tres patios de resguardo de vehículos, que pueden albergar aproximadamente 23 mil 700 unidades.
De acuerdo con informes de la compañía, las mallas son la única herramienta que utilizarán para proteger a sus vehículos de los daños que pueda ocasionar el impacto con el granizo.
En agosto del año pasado, el gobierno de puebla firmó con la empresa un acuerdo para retirar el uso automático de sus cañones antigranizo, luego de que ejidatarios de los municipios de Coronango y Cuautlancingo acusaron que dichos dispositivos inhibían la lluvia en las zonas, lo que afectaba la producción de aproximadamente 180 hectáreas de campos de cultivo.
Tras aquella reunión, Volkswagen de México aseguró que buscaría alguna alternativa contra el granizo, asegurando que sus cañones solo se utilizarían de forma manual, siempre y cuando las condiciones meteorológicas lo permitan.
Por Bryan Rivera González