Sexoservidoras del Centro Histórico acusaron que son víctimas de extorsión y hostigamiento por parte de policías municipales que les piden cuotas para poder trabajar, por lo que pidieron nuevamente al ayuntamiento una zona de tolerancia para dar sus servicios.
En rueda de prensa, María de Lourdes Hernández Castillo, vocera de la Unificación de Sexoservidoras, indicó que son alrededor de 500 mujeres las que se dedican a esta actividad y tienen la intención de regularizarse para no dar un mal aspecto en las calles.
Refirió que al estar en las calles son propensas a sufrir agresiones, en ocasiones de los elementos de Seguridad Pública y Tránsito Municipal (Ssptm), quienes con tal de que les dejen trabajar los piden “favores sexuales” gratis y no se las lleven detenidas.
“No queremos calles, queremos un lugar en el que podamos trabajar, que sea cerrado y que nada más estemos nosotras para trabajar, un lugar donde podamos ser reubicadas y no estar aquí a espectáculo de la gente, no importa si es fuera del Centro Histórico”, pronunció.
Recordó que propusieron una zona de tolerancia en el norte de la capital, cerca del capulín, que se encuentra en la junta auxiliar San Pablo Xochimehuacan, que colinda con Tlaxcala, pero hasta el momento no ha sido tomada en cuenta.
Insisten en zona de tolerancia
Al señalarle que el secretario de Gobernación Municipal (Segom), René Sánchez Galindo, manifestó que en dicho lugar no podía ser ya que al colindar con Tlaxcala y estar a poco tiempo de Tenancingo, se podría prestar a que se diera la trata de personas, Hernández Castillo lo descartó al considerar que sólo se destinada a eso, sólo permitirían que estén las de la Unificación de Sexoservidoras, además de que la Comuna tendría que garantizar que haya seguridad para realizar su actividad.
Sostuvo que al tener la zona de tolerancia se evitarán los actos corrupción, ya que aunque no precisó las cuotas que les han llegado a pedir, indicó que la mayoría de las mujeres prefiere no actuar contra los uniformados por temor a represalias.
“Porque tienen el uniforme te agarran, te suben a la patrulla y te tratan de lo peor y no tenemos derecho a nada, lo único que pedimos es que ya no se metan con nosotras”, concluyó.
