El ambientalista Martín Camacho Morales ganó el juicio contra la Profepa tras cuatro años de lucha, por lo que exigió la devolución del aviario que estaba en el parque Ecológico y los mil 200 animales que tenía, de los cuales se presume sólo viven 60.
El aviario “Revolución Mexicana” fue cerrado en septiembre de 2014 por el gobierno estatal, encabezado por Rafael Moreno Valle, por lo que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) se encargó de 316 especies silvestres y supuestamente sólo 105 fueron decomisadas y trasladadas al parque Flor del Bosque, pero murieron 23 por el mal manejo que hicieron de las mismas.
En 2017, el ambientalista aseveró que algunos trabajadores de dicho parque le informaron que tenían alrededor de 160 aves, pero no era un dato concreto, por lo que ahora calculan que deberían estar vivos 82 animales; sin embargo, extraoficialmente se sabe que en el recinto no hay más de 60 vivos.
Las restantes 884 aves domésticas se convirtieron en responsabilidad del gobierno de Puebla, pero todas desaparecieron, por ello Camacho Morales acusó a la administración estatal y la dependencia federal de retrasar el informe sobre estos.
No garantizaron la vida de las aves
Tras lo anterior, señaló a la exdelegada, Alma Lucía Arzaluz Alonso, y subdelegado de recursos naturales de la Profepa, Floriberto Milan Cantero, así como a los “expertos” de Africam Safari que trasladaron a los animales de no actuar adecuadamente para garantizar la vida de los animales.
Camacho Morales inició el juicio contra la dependencia en abril de 2015 a través de la sala especializada en derecho ambiental del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa (Tfjfya), el cual ganó en julio de 2016, pero la Profepa impugnó la resolución argumentando que el exresponsable del aviario no pudo acreditar 105 ejemplares silvestres y que por ello fue multado con 168 mil 225 pesos.
Este martes se dio a conocer a través de Tierra Baldía que el fallo final fue a su favor, por lo que exigirá castigar a los responsables del maltrato y muerte de las aves, que lo reinstalen en el aviario, que su nombre a favor de la protección de los animales sea reconocido públicamente por la Profepa y el gobierno estatal, además de conocer el destino de todas las desaparecidas.
Cabe recordar que cuando se remodeló el Parque Ecológico, también se hizo un nuevo aviario, denominado Arboterra, que se concesionó a Africam Safari por 30 años, pero fue ocupado por las especies que ya poseía el zoológico.
