Un grupo de 15 comunidades indígenas de Ixtacamaxtitlán, en la Sierra Norte de Puebla, están a punto de lograr sentencia sobre su demanda de amparo contra la canadiense Almaden Minerals, para frenar una mina que contaminaría “irreversiblemente” la región.
El recurso legal también exige la revisión de diversos artículos de la Ley Minera, pues los demandantes señalan que dan preferencia a la minería sobre cualquier actividad productiva y facultan a las autoridades para entregar a empresas tierras de pueblos originarios, sin respetar su derecho a una consulta libre e informada.
En entrevista para Ángulo 7, Alejandro Marrero Lobato, vocero de la “Unión de Ejidos en Defensa de la Tierra, el Agua y la Vida”, refirió que, tras una audiencia el 5 de marzo, el Juzgado Segundo de Distrito en Materia de Amparo Civil, Administrativa, de Trabajo y de Juicios Federales en Puebla aceptó los alegatos de ambas partes y está por emitir su fallo.
Los ejidatarios argumentan que el proyecto es contrario a los derechos de los pueblos indígenas y agrarios reconocidos en la Constitución federal, así como en tratados internacionales firmados por México, como el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), por lo que piden al juez revocar a la minera concesiones para explorar su territorio.
Por su parte, Almaden Minerals, a través de su filial Minera Gorrión, alega que su proyecto a cielo abierto “Ixtaca” es “totalmente respetuoso” con el medio ambiente, propositivo con las comunidades, no afecta áreas naturales protegidas y tampoco implica la reubicación de ninguna población.
Con ello, planea extraer oro y plata en un área de mil 44 hectáreas, con un tajo a cielo abierto de 133 hectáreas, durante una vida útil de 14.5 años.
No contemplan negociar
Tras un litigio que data de 2015, señaló que las comunidades no están dispuestas a negociar la instalación de la mina ni someterla a consulta bajo ninguna condición.
Y que, con base en un estudio realizado por expertos, determinaron que la derrama económica y los empleos que podría traer a la región no compensan los daños ambientales que causaría, especialmente en el río Apulco.
“El agua de este río mantiene actividades de pesca, domésticas y de recreación, que ser verían afectadas por los desechos y escombros de la mina”, aseveró.
Cabe recordar que, el pasado 1 de marzo, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) rechazó el proyecto de Minera Gorrión para el cambio de uso de suelo en terrenos forestales de Ixtacamaxtitlán, a fin de extraer oro y plata en una mina a cielo abierto.