Othón Muñoz Bravo, empresario que fue acusado de ser líder de robo de combustible, negó serlo, sino que afirmó que su detención en 2017 se debió a una confusión en la que violentaron sus derechos e incluso está en el Registro Nacional de Víctimas (Renavi).
Mediante una carta dirigida a la opinión pública, Muñoz Bravo aseveró que se le impuso el mote de “El Cachetes” con lo que se violentó su vida privada e imagen.
Recordó que fue detenido en la madrugada del 20 de agosto del 2017, en lo que llamó un “intempestivo” operativo de la fiscalía General del Estado (FGE) en el que fue confundido con un supuesto líder huachicolero.
Afirmó que aquel día estuvieron elementos de la Secretaría de Marina (Semar), sin embargo, no fue detenido como lo mencionan notas periodísticas, así como aseveró que “nunca” ha sido investigado “y muchos menos puestos a disposición de las autoridades” por el delito de venta ilegal de combustible.
“Fue entonces que tras no encontrar ningún indicio que me incriminara, los que orquestaron el operativo me sembraron drogas y armas para salir victoriosos y ocuparme como un botín político. Es decir, las autoridades en turno me fabricaron un chaleco a la medida que les ha servido a sus intereses, así como de apodarme ‘El Cachetes’”, apuntó.
Agente de MP, vinculado a proceso
Incluso resaltó que, por el “arbitrario” operativo, el agente del ministerio público de la FGE, Ehécatl Antonio Herrera de la Cruz, fue vinculado a proceso por no acatar el amparo que suspendía temporalmente dichas diligencias, incurriendo en el delito de desobediencia a una orden de una autoridad judicial federal (FED/PUE/PBL/0004248/2017).
Por dichas acciones –refirió el empresario— a su familia y a él se les reconoció como víctimas, lo cual está evidenciado en un documento firmado por Mario Federico Herrera Montalvo, titular del Renavi y que reconoce a Muñoz Bravo, con fecha del 31 de mayo de 2018.
Agregó que si no había salido a dar su postura, fue porque sufría de “sometimiento” por parte de las autoridades y el temor de sufrir alguna represalia.
Reconoció el trabajo de las autoridades para combatir el huachicol, pero los beneficios de los mandatarios en turno y quienes participaron en ese operativo afectaron su imagen que le causó un “terrible” daño.
Finaliza la misiva reiterando que no es un líder huachicolero ni se apoda “El Cachetes”.
Y es que, la semana pasada, Reforma publicó que Muñoz Bravo negoció con el expresidente Enrique Peña Nieto no ser condenado por huachicol, como entonces lo dio a conocer el gobernador Antonio Gali Fayad, sino que fue acusado por posesión de armas y drogas para tener una sentencia menor.
