Tras dos años de ser buscado por la justicia y 16 órdenes de aprehensión, el PRI expulsó a César Duarte Jáquez, exgobernador de Chihuahua; asimismo, pidió no “linchar” al líder sindical Carlos Romero Deschamps por presuntos nexos con huachicoleros.
De acuerdo con un comunicado difundido en medios nacionales, el proceso de expulsión se demoró dos años y medio porque Duarte Jáquez, prófugo desde 2017, no ha sido sentenciado por ninguno de los delitos que le imputan y porque el partido estaba esperando a que se presentara a ejercer su derecho a audiencia.
No obstante, este viernes Ernesto Nemer Álvarez, secretario técnico del Consejo Político Nacional del partido, ordenó suspender definitiva los derechos de Duarte Jáquez como militante, sin que se hayan aclarado los motivos de esta repentina decisión.
Según datos de la otrora Procuraduría General de la República (PGR), sobre el exmandatario, quien estaría viviendo en Estados Unidos, pesan 15 órdenes de aprehensión por delitos del fuero común y una más federal ante el supuesto peculado de 14 millones 690 mil de pesos del erario a favor de candidatos del PRI en su estado.
Sobre este último caso, el INE acreditó que el desvío de dicho monto se dirigió al Partido Revolucionario Institucional (PRI) durante el gobierno de Duarte, a través de descuentos a los salarios de trabajadores estatales, por concepto de aportaciones, e impuso al tricolor una multa de 36.5 millones de pesos.
Respaldan a “amigo” Romero Deschamps
Por otra parte, respecto a Romero Deschamps, líder del sindicato petrolero que tiene al menos una denuncia penal por robo de combustible, Rene Juárez Cisneros, coordinador del PRI en la Cámara de Diputados, pidió al gobierno federal no hacerle “linchamiento apresurado”.
Y es que, el pasado miércoles, el presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó que la Fiscalía General de la República (FGR) tiene dicho recurso en poder, pero espera que sea ratificado por los denunciantes para proceder con la investigación.
En este sentido, reiteró su respeto y afecto “para mi amigo Romero Deschamps” y sentenció que, como cualquier mexicano, se debe ajustar a “nuestro marco jurídico, pero no hay que hacer linchamientos apresurados”.
En tanto, Arturo Zamora Jiménez, secretario general del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, fue más allá y minimizó la denuncia, señalando que es “como nada” porque no ha sido ratificada.
