Trabajadores sindicalizados del ayuntamiento de Puebla que realizaron la asamblea, donde supuestamente destituyeron a Gonzalo Juárez Méndez como líder gremial, acusaron que están siendo amenazados con tal de que desistan de ello.
En rueda de prensa, en el asta bandera del zócalo, afirmaron que sus derechos labores están siendo transgredidos tanto por la dirigencia sindical, como por la administración municipal a cargo de Claudia Rivera Vivanco, por lo que no descartaron un paro laboral.
Indicaron que entre los “amenazas” que les han hecho están en levantar actas administrativas y cambios de adscripción sin que exista notificación por escrito fundado y motivado del cambio de área, así como les retiran sus tarjetas de control para checar las horas de entrada y salida.
“Están usando a los supervisores adscritos a la Secretaría de Administración, estamos recibiendo amenazas verbales por parte de los que se dicen aún delegados, nos esconden las llaves de los vehículos, no nos proporcionan las herramientas e instrumentos necesarios para desempeñar nuestro trabajo”, pronunció.
Afirmaron que el 80 por ciento de los basificados de las 16 dependencias de la Comuna está en desacuerdo con la dirigencia que encabeza Juárez Méndez, motivo por lo que el pasado 11 de enero hicieron la asamblea en el auditorio de La Reforma para destituirlo.
Piden a Rivera “sacar las manos”
Jorge Isaac Cuecuecha Muñoz, trabajador del área de Parques y Jardines Zona Norte, aseguró que el secretario de Infraestructura y Servicios Públicos, lo llamó a su oficina para “amenazarlo” para que ya no siga con esta exigencia de la destitución del líder sindical.
Asimismo, afirmó que a varios de sus compañeros que laboran en el DIF municipal fueron requeridos en la dirección del organismo para decirles que desistan de su lucha, ante lo cual se dijeron “cansados”.
Indicaron que esto es tolerado por Rivera Vivanco, a quien exigieron no intervenir en los asuntos sindicales, respetar sus derechos laborales, y que no “solape” a un dirigente que utiliza guaruras para “amedrentar y golpear” a quienes no están de acuerdo con él.
