: Del cónclave panista encabezado este jueves por el dirigente nacional Marko Cortés Mendoza, el único que salió sonriendo fue el exalcalde de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, porque ni el propio líder del albiazul se le vio alegre.
Por el contrario, en la rueda de prensa al concluir la reunión privada de tres horas y media, Cortés Mendoza lucía desangelado, triste e irritado.
El gran ausente fue el exgobernador Antonio Gali Fayad, aunque sí fue su hijo, Antonio Gali López, que tampoco es panista.
: Que siempre sí algunos de los enlaces de prensa de las dependencias estatales que estaban en el gobierno de Antonio Gali Fayad se quedaron en la actual administración, aunque pareciera que para poder dar información deben avisar primero a la dirección general de Comunicación Social.
Rosalía Cerecedo y Miguel Gamero son los que lograron continuar, la primera en la Secretaría de Infraestructura, Movilidad y Transportes (SIMT) y el segundo en la de Turismo y Cultura.
Pero esto pareciera momentáneamente, ya que ha transcendido que aunque están de enlaces, su función es más de apoyo y sin que les paguen un salario como tal, pues están buscando que los recontraten; sin embargo a poco más de un mes del nuevo gobierno, no lo han conseguido.
Sin embargo, ante el inminente nombramiento del gobernador interino, que debe ser obligatoriamente la siguiente semana, los enlaces podrían terminar por no encajar en la administración, a menos que mantengan en el cargo a Jesús Rodríguez Almeida.
Si bien Rodríguez Almeida no es el que dictaría a quien poner de enlace, si el Congreso local nombra en el interinato a alguien distinto al grupo en el poder, los secretarios estatales podrían ser removidos de sus cargos, y por ende, los que llegaron con ellos.
: A quien también regañaron fue a la coordinadora del PRI en el Congreso del estado, Rocío García Olmedo, por avalar que la exalcaldesa de Puebla, Blanca Alcalá Ruiz, sea candidata a la gubernatura otra vez.
Al parecer aún no era tiempo de destapar a la exsenadora y le llamaron la atención, pero en serio, pues un día después del episodio se portó indiferente con la prensa y luego les reclamó explícitamente por “cambiar sus palabras”, pero luego consideró que los reporteros le “tendieron una trampa” y admitió que cayó. ¿Ve la diferencia de enfoques? Lo mismo le pasó al hablar de Alcalá Ruiz.