El extesorero de Veracruz, Antonio Tarek Abdalá Saad, logró un acuerdo con la PGR para evitar que lo sometan a juicio por peculado si declara en contra de su antiguo jefe, el exgobernador priista Javier Duarte de Ochoa y otros funcionarios de su administración.
Sobre el también exdiputado federal del Partido Revolucionario Institucional (PRI) pesan 11 averiguaciones previas, por delitos como el desvío de al menos 55 millones de pesos de recursos públicos a cuentas de empresas fantasmas por orden y para beneficio de Duarte de Ochoa y su esposa, Karime Macías Tubilla.
No obstante, gracias al recurso de “criterio de oportunidad”, establecido en el Nuevo Sistema Penal Acusatorio, evitará ser vinculado a proceso siempre cuando sirva como testigo colaborando en los juicios que se abran contra el exmandatario.
Desde 2018, el extitular de la Secretaría de Finanzas estatal ha declarado que, por instrucciones del matrimonio Duarte Tubilla, transfería recursos federales etiquetados desde cuentas “específicas” a “concentradoras”, sin importar si las dependencias a donde debía destinarse este dinero tuvieran carencias o compromisos económicos.
El pasado 3 de diciembre, Mauricio Audirac Murillo, exsecretario de Finanzas y Planeación de Duarte de Ochoa, salió de la cárcel para seguir en libertad su juicio por el presunto desvío a cuentas estatales de 220 millones de pesos de recursos federales.
En respuesta, Cuitláhuac García Jiménez, gobernador de Veracruz, acusó que las acusaciones formuladas por la Fiscalía estatal contra funcionarios duartistas durante la administración de su antecesor, Miguel Ángel Yunes Linares, fueron un “show mediático”, pues “pactó con ellos la negociación de propiedades a cambio de su libertad y bajarles las penas”.
Editado por Luis Alberto Palacios