Los candidatos de Juntos Haremos Historia y del PRI a la gubernatura de Puebla, Miguel Barbosa Huerta y Enrique Doger Guerrero, pusieron en duda acudir a debate de alumnos de la BUAP a pesar de que ya habían confirmado su asistencia.
El primero señaló que teme la llegada de “golpeadores” enviados por sus rivales para provocar una riña que luego los medios de comunicación le atribuirán a él.
Señaló que, mientras no haya alguien que garantice la seguridad del evento, considerará acudir porque bastará con que un grupo de “diez provocadores” agredan a sus simpatizantes para que sus contrincantes lo culpen de ser el que incita a la violencia.
Entrevistado luego de presentar sus propuestas de gobierno al Consejo Universitario de la máxima casa de estudios, Barbosa Huerta enfatizó que sólo acudirá si se garantiza la tranquilidad en el encuentro, aunque dejó entrever que no irá para no arriesgarse.
Por su parte, Doger Guerrero adelantó que tampoco iría porque tiene programada una gira por la Sierra Norte y los organizadores del debate no le confirmaron a tiempo la realización del evento porque estaban esperando la respuesta de otros candidatos.
Pedirá reprogramarlo
Entrevistado por separado luego de acudir al mismo evento, adelantó que pedirá reprogramar el evento porque se dijo dispuesto a presentar sus propuestas a los estudiantes, siempre y cuando no interfiera con las actividades que ya tiene programadas, aunque él incluso publicó un video en sus redes para dar el “sí” al evento.
Tras la encuesta difundida por la Coparmex que lo pone en tercer lugar en preferencias del voto, muy lejos del primero, el priista defendió que “nadie ha ganado nada” y todo se definirá hasta el día de la elección.
Justificó que las encuestas “no ganan elecciones” y que no son confiables, pues refirió que en el 2012, a 15 días de la elección presidencial, los estudios demoscópicos daban la victoria al entonces perredista Andrés Manuel López Obrador y al final perdió ante el priista Enrique Peña Nieto.
Al respecto, Barbosa Huerta refirió que, aunque sea puntero, no se da como ganador y que las encuestas sólo son una “guía” de las tendencias electorales, mas no representan votos.
Enfatizó además que, por ser el mejor posicionado, el grupo en el poder planea un fraude electoral, mediante la manipulación y compra de votos.
Acusa compra del voto
Denunció que el PRI y el PAN están pagando hasta mil 500 pesos por cada credencial de elector, de tal forma que vio muy probable que se judicialice la elección.
Al enfatizar que desde ahora ya está judicializado el proceso electoral por las varias denuncias que se han presentado entre partidos, estimó que después de la jornada electoral las quejas serán mayores.
Y es que aseveró que el grupo que de la candidata de Por Puebla al Frente, Martha Erika Alonso Hidalgo, no aceptará su derrota, por lo que vio muy probable que el ganador de la gubernatura se defina en los tribunales.
A pesar de ello se dijo confiado en que los 15 días que restan de campaña transcurran sin inconvenientes y llamó a sus rivales a qué se “tranquilicen y no hagan caso” de las encuestas aunque estén conscientes de que van abajo.
