Mediante su cuenta de Facebook, una joven identificada como Kary, evidenció los brutales golpes que sufrió por dos hombres armados que asaltaron una unidad de la ruta 33 a la altura de Las Torres y la 16 de Septiembre, el pasado miércoles.
La víctima narró en su cuenta los sucesos, donde relató que había ido a visitar a una amiga en la colonia Los Héroes y cerca de las 7:30 de la noche abordó el transporte público antes mencionado –con dirección al centro— para regresar a su casa.
En el transporte, un sujeto de aproximadamente 23 años de edad se sentó a su lado en el asiento de hasta adelante, cuando el camión dio vuelta en el crucero anteriormente mencionado el delincuente junto con otro que se encontraba en la parte de atrás se levantaron y amenazaron a los pasajeros con una pistola para poder robarles.
“Inmediatamente un tipo con pistola se paró de la parte de atrás y comenzó a gritar que todos pusiéramos nuestras cosas en una mochila, yo estaba inclinada en la parte de adelante, sentí que me puso algo en la costilla y claro que mi reacción fue querer correr o moverme, al intentarlo me regreso del cabello una vez más, tirándome al piso, comenzó a patearme el estómago y a pegarme en la cara”, relató la joven.
A pesar de haber denunciado en redes sociales, donde exhibió las fotografías que muestran los moretones que le dejó el brutal ataque, hasta el momento la víctima no ha aclarado si ya presentó una denuncia formal ante la Fiscalía General del Estado (FGE).
Aun así, en su publicación, al final advierte a los usuarios de esta ruta sobre el peligro e invita a tomar medidas de precaución y a cuidarnos entre nosotros mismos.
Cabe recalcar que la ruta 33 es una de las que más asaltos sufren, según la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal (Ssptm) y el Consejo Ciudadano de Seguridad y Justicia (CCSJ), pues habitualmente transporta estudiantes que se dirigen a Ciudad Universitaria.
Cabe mencionar que le pasado 5 de abril, sujetos armados atracaron la ruta 2A sobre la colonia Joaquín Colombres.
Editada por: María Fernanda Maceda Bermejo
