El gobierno mexicano habría liberado al narcotraficante Rafael Caro Quintero, encarcelado en 1985 por el homicidio de un agente de la DEA, para que reemplazara a Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera como cabeza del “Cartel de Sinaloa”.
Así lo señaló este viernes Héctor Berrellez, exagente de la Administración para el Control de Drogas (DEA), quien sostuvo que “existen muchas fuentes confiables que aseguran que Caro Quintero e (Ismael) ‘El Mayo’ Zambada están manejando“ el trasiego de droga en México, con la presunta aquiescencia del gobierno federal.
Asimismo, indicó que, con la liberación del Caro Quintero en agosto de 2013 por orden de un tribunal federal, la intención del gobierno fue “que él manejara la situación porque tenían que calmar a “El Chapo”, quien estaba generando “demasiada violencia”.
Lo anterior, en entrevista con Aristegui Noticias, donde refirió que hace un año la Secretaría de Marina (Semar) realizó un decomiso de cocaína relacionada con el también llamado “Narco de Narcos”, lo cual considera un indicio de que continua “pagando para ejercer su libertad y para seguir pagando esos montos tan grandes, él tienen que seguir forzosamente en el negocio”.
En este sentido, sostuvo que “es imposible que Rafael Caro Quintero siga libre”, pues “si el gobierno de México realmente quisiera agarrarlo, lo haría, ya que tiene muy buenos elementos del Ejército y la Marina, pero la corrupción no lo permite“.
Secuestró a Camarena por orden de gobierno
Al referirse al caso del secuestro y asesinato de su compañero, Enrique “Kiki” Camarena Salazar, por el cual una corte de Nueva York acaba de formular cargos contra Caro Quintero y el FBI lo ingresó en su lista de los diez más buscados, Berrellez aseguró que el narcotraficante actuó en complicidad con los gobiernos mexicano y estadounidenses.
Según el exagente, quien también fue jefe de la Operación Leyenda, cuyo fin era esclarecer el asesinato de Camarena Salazar, éste había descubierto pruebas de “la colusión que había entre la Agencia Central de Inteligencia (CIA), la Dirección Federal de Seguridad y los narcos (mexicanos)”.
Los narcos –refiere Berrellez– “estaban solventando una guerra en Nicaragua no autorizada por el Congreso de Estados Unidos […] la Agencia quería apoyar a los contras pero el Congreso les negó solventarlos; entonces, ellos lo hicieron a escondidas”.
Iban a interrogarlo; se les pasó la mano
Por lo anterior, ordenaron secuestrar a Camarena “no para matarlo, sino para interrogarlo”, pero a “Caro Quintero y a los demás se les pasó la mano, lo golpearon demasiado”, lo que finalmente derivó en su muerte.
En este sentido, descreditó la versión de que “a Camarena lo secuestraron y mataron como venganza” por la pérdidas y decomisos en el rancho El Búfalo, señalado como propiedad de Caro Quintero, pues, además, “Camarena no participó en eso“.
Editado por Luis Alberto Palacios
