El PRD Puebla desaparecerá su dirigencia en diciembre y creará una Dirección Extraordinaria (formada por todas las “tribus”) que organizará la elección interna del 29 de abril para dar paso a un nuevo Comité Ejecutivo Estatal (CEE), que iniciaría en mayo de 2019.
Así lo confirmó el exdirigente estatal del partido y consejero nacional Carlos Martínez Amador, quien confirmó que las medidas aprobadas el domingo en el Congreso Nacional se replicarán en los estados y municipios.
En entrevista telefónica, refirió que la Dirección Nacional suprimirá paulatinamente las dirigencias estatales y a la de Puebla (encabezada por Vladimir Luna Porquillo) le tocaría en diciembre, aunque todavía se desconoce el día.
Aunque este medio trató de comunicarse con el actual líder estatal para conocer su postura, hasta el cierre de esta edición no había respondido al llamado, pero Martínez Amador sostuvo que es inminente el procedimiento, dado que es producto de una reforma a los estatutos del sol azteca.
Al igual que en el plano nacional, una vez que se elimine el CEE, entrará en funciones la Comisión Extraordinaria, organismo que deberá ser integrado por representantes de todas las corrientes partidistas.
En este sentido, el exdiputado local (miembro de nueva Izquierda) se pronunció porque su “tribu” encabece la comisión, al igual que lo que ocurrió a nivel nacional con Ángel Ávila Romero, expresidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) y ahora del organismo que dirige al partido.
INE realizará la elección
Además de llevar el rumbo del sol azteca, la comisión tendrá como principal tarea la organización de la elección interna que se realizará el 29 de abril, en la cual se elegirán nuevos líderes municipales, estatales y nacionales.
Los detalles de los comicios se fijarán entre el 29 y 31 de marzo en otro Congreso Nacional, aunque el domingo se aprobó que se pedirá al Instituto Nacional Electoral (INE) que los realice.
Respecto a la reforma al artículo 8 de los estatutos, en el que se prohibió la existencia de corrientes, Martínez Amador reconoció que será difícil concretarlo en la práctica porque “en cualquier partido siempre habrá grupos”, sin embargo, afirmó que hay la voluntad de acatarlo para convertir al PRD en “un solo partido”.
Y es que textualmente se eliminaron las “tribus” de la siguiente manera: “queda extinto cualquier método de control y representación, derivado del conjunto de personas afiliadas que se agrupen en torno a un mismo ideario y concepto. La única forma de toma de decisiones legítima y legal es la que surja de las instancias, y sólo mediante los métodos democráticos estatutariamente reconocidos”.
Estas medidas se adoptaron luego de la peor derrota que sufrió el perredismo en su historia el pasado 1 de julio, tras perder su lugar como tercera fuerza política nacional y convertirse en la quinta.
