En su paso por Puebla capital, mil 810 integrantes de la Caravana Migrante de Centroamericana proveniente de Honduras, Guatemala y El Salvador, de donde huyeron por la violencia y pobreza que pasaban, fueron atendidos en los cinco albergues que se habilitaron.
Los indocumentados –entre hombres, mujeres y menores de edad— en su mayoría hondureños que salieron el 12 de octubre de San Pedro Sula capital de ese país, llegaron en bloques a la capital poblana entre el sábado y el domingo pasados, algunos dejando a sus padres, esposas y hasta hijos.
Esto tras haber pasado primero por la frontera sur de México en Chiapas, posteriormente se trasladaron a Oaxaca y Veracruz, siendo esta caravana la primera de las cuatro que han decidido buscar mejores condiciones fuera de sus países de origen, pues están hartos de los problemas que día a día vivían.
Durante su estancia en la Angelópolis, fueron atendidos en cinco albergues que se habilitaron, las parroquias de la Asunción, en la colonia Aquiles Serdán; la de la Señora de los Desamparados, en Valle Dorado; y la de San Juan de los Lagos, ubicada en la colonia San Rafael Poniente.
En estos tres inmuebles fueron atendidos mil 235 migrantes, hombres, mujeres y menores de edad, algunos que viajaban solos y otros acompañados, se les brindó refugio y alimentos, algunos de ellos de donaciones que los propios ciudadanos hicieron.
El resto, que fueron 575 se recibieron en los dos albergues que habilitó el ayuntamiento de Puebla, uno que fue el polideportivo Xonaca y en el dormitorio municipal, este último ubicado cerca del penal de San Miguel.
En el caso del polideportivo Xonaca se atendieron a 514 personas, de las que 320 fueron hombres, 94 mujeres y 100 menores de edad a quienes se les brindó atención médica, alimento, agua y orientación, además de que pudieron pasar la noche en colchonetas colocadas por Protección Civil.
Mientras que en el dormitorio municipal, que está a cargo del DIF, fueron atendidos 61 personas, de los 23 fueron hombres, 23 mujeres y 15 menores de edad a los que se les proporcionó alimento, servicio de regadera y donación de ropa, así como también durmieron en colchonetas.
Hicieron estancia en CDMX y van para EU
Tras dos días en la capital poblana, los migrantes centroamericanos partieron, el pasado lunes a la Ciudad de México como parte de su travesía para cumplir con su objetivo de llegar a los Estados Unidos, en donde el presidente Donald Trump ha manifestado su rechazo a este sector, pero pese a ello, los indocumentados partieron este viernes al norte del país.
Respecto a las otras caravanas, la segunda, que entró al país el pasado 29 de octubre y está conformada por al menos mil 200 personas, se encuentra estancada en Matías Romero, Oaxaca, sus integrantes se quejan de estar abandonados y de no recibir la atención médica ni humanitaria que tuvieron sus antecesores.
Mientras tanto, la tercera, integrada en su mayoría por salvadoreños y que salieron a finales de octubre, dejó ya suelo chiapaneco y partió por la madrugada del municipio de Arriaga rumbo a Tapanatepec, Oaxaca.
Y, finalmente, la cuarta caravana, conformada por unos centroamericanos, de los que el 90 por ciento son de El Salvador de donde huyeron por la inseguridad y la falta de empleo, cruzó a México por el río Suchiate, como lo hicieron las tres previas.
Esta última partió de la comunidad de Tecún Uman, El Salvador, y se dirigen a la ciudad de Tapachula, en Chiapas, en busca de seguir la misma ruta que sus antecesores, es decir, con el objetivo de llegar a los Estados Unidos.
