A casi 10 meses del sismo del 19 de septiembre, padres de los 19 infantes muertos por el colapso del colegio Enrique Rébsamen, en la Ciudad de México, exigieron sancionar a los responsables, para lo cual frenaron la demolición de los restos del inmueble.
En un plantón que comenzó desde la noche de ayer, jueves, acusaron que el gobierno capitalino pretende apresurar las obras de retiro de escombros cuando la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de la entidad aún no les informa de avances sustanciales en la investigación ni de la detención de los presuntos culpables del siniestro.
La demolición de lo que queda del colegio, donde fallecieron 26 personas por la caída de uno de sus edificios –construido irregularmente con la presunta complicidad de los dueños y autoridades locales– estaba programada para este viernes a las 10:00 de la mañana, pero los padres impidieron el acceso de la maquinaria.
De acuerdo con Alicia Rosas Rubí, fiscal de Tlalpan, el estado de una parte del inmueble, que se ha inclinado 14 centímetros, pone en riesgo las viviendas colindantes y a sus habitantes, por lo que su demolición es necesaria.
Padres y PGJ dialogarán
En respuesta, los padres indicaron que no quieren afectar a los vecinos, pero sostuvieron que no retirarían su plantón hasta que las autoridades dieran trámite a sus demandas.
Al cierre de este edición, la PGJ de la Ciudad de México convocó a los padres a una reunión para llegará a un acuerdo respecto a la demolición, asegurándoles que este trabajo no repercutirá en la recolección de evidencia para deslindar responsabilidades, ya que esta se encuentra resguardada y será presentada ante el juez cuando “sea conducente”.
Cabe recordar que Mónica García Villegas, dueña del colegio y señalada como la principal responsable de la tragedia, se encuentra prófuga desde octubre del año pasado, cuando se giraron dos órdenes de aprehensión en su contra por los delitos de falsificación de documentos y homicidio culposo.
Editado por Luis Alberto Palacios
