Guillermo Deloya Cobián y Claudia Rivera Vivanco, candidatos del PRI y Morena a la alcaldía de Puebla, señalaron que Eduardo Rivera Pérez, del PAN, “compró” a Ernestina García Chávez, de Nueva Alianza (NA), para que declinara por él, pero este lo negó.
Entrevistados por separado al concluir el debate en la Universidad Iberoamericana, los aspirantes de oposición coincidieron en que la renuncia de la abanderada aliancista fue premeditada y, parte de un “show” del panista para tener protagonismo en evento.
Y es que García Chávez se presentó este martes en la institución solo para anunciar que declinaba a favor del candidato albiazul, pues no tuvo interés en participar en el debate.
Al respecto, Deloya Cobián aseveró que el panista ofreció dinero o un cargo en el gobierno (si es que gana) a cambio de que la aspirante autodenominada indígena se bajara de la contienda.
“Claro que compraron a la candidata, no sé qué le habrían ofrecido, no creo que haya declinado porque este muy chulo”, expresó de manera breve.
Adelantó que posiblemente en los próximos días también decline Víctor Gabriel Chedraui, abanderado de Pacto Social de Integración (PSI), pues señaló que todo apunta a eso y “no resultaría extraño”.
Se esperaba la renuncia
Por su parte, Rivera Vivanco enfatizó que la declinación de García Chávez era de esperarse desde que el también aliancista Alejandro Romero Carreto se bajó de la pelea por la gubernatura y luego dio su apoyo a la panista Martha Erika Alonso Hidalgo, esposa del exgobernador Rafael Moreno Valle.
Consideró que desde el inicio de las campañas la estrategia “era clara”, ya que NA tendría como papel dividir el voto y, si los candidatos oficialistas no despuntaban, incorporar la estructura del partido magisterial antes de la elección a fin de sumar la mayor cantidad de votos posibles.
Por eso vio la declinación como un “acto desesperado” porque en su opinión la coalición Juntos Haremos Historia lidera las preferencias y por eso los partidos rivales se ven obligados a extender su “abanico de esquiroles” a como dé lugar.
Deloya Cobián señaló que la renuncia de García Chávez no ayuda en nada a la democracia y, en lugar de atraer adeptos a Rivera Pérez, los ahuyenta, pues sostuvo que el exalcalde de la capital está muy desprestigiado como para que la gente le permita repetir en el cargo y, como muestra, refirió que en el debate de este martes salió “bien zarandeado”.
Rivera Vivanco lamentó la declinación por considerar que la aliancista traicionó a los maestros y las comunidades indígenas que confiaron en ella, por lo que hizo el llamado a esos sectores a que se incorporen a su proyecto político en lugar de ir con el panista.
Rivera Pérez niega acuerdo previo
En contraste, Rivera Pérez negó que la renuncia fuera planeada, aseguró que “lo tomó por sorpresa” y agregó que no hubo una plática previa con la abanderada de Nueva Alianza.
Sin embargo, reconoció acuerdos entre su equipo y el de ella, pues refirió que desde hace varios días había “pláticas”.
Asimismo, dejó entrever que el acto en la universidad sí fue planeado, ya que en la entrevista adelantó que por la tarde firmaría un acuerdo en el que se comprometería a hacer suyos las propuestas de campaña de García Chávez.
Al mismo tiempo no descartó que en los próximos días “platique con otros candidatos” a la alcaldía para incorporar a su proyecto a quien esté dispuesto, incluidos Deloya Cobián y Rivera Vivanco, a quienes dijo que también invitaría a formar parte de su gobierno en caso de ganar.
La invitación enseguida fue rechazada por el priista, quien declaró que no declinará ni se sumaría al equipo del panista porque “es una persona decente”.
