Donald Trump, presidente de Estados Unidos, y Kim Jong-un, líder de Corea del Norte, se estrecharon la mano antes de iniciar su cumbre en Singapur, donde buscan reducir las diferencias para terminar con una disputa sobre el programa nuclear de Pyongyang.
Al encontrarse con el líder norcoreano, Trump le aseguró sonriendo que tendrían “una fantástica relación, no tengo ninguna duda”; luego, ambos dirigentes posaron para que los fotografiaran frente a una hilera de banderas de Estados Unidos y de Corea del Norte.
Por su parte, Kim dijo, a través de un intérprete, que “no ha sido fácil llegar hasta aquí, ha habido muchas viejas prácticas, prejuicios, y obstáculos en nuestro camino hasta llegar aquí, pero hemos superado todo eso”.
Es la primera vez, desde la fundación del Estado norcoreano, que un presidente de Estados Unidos en funciones se reúne con un mandatario norcoreano, a lo que Trump se mostró optimista.
Sin embargo, el secretario de Estado, Mike Pompeo, dijo que aún hay que ver si Jong-un es sincero sobre estar disponible para una desnuclearización.
Funcionarios de ambos países sostuvieron conversaciones de último minuto para sentar las bases de la cumbre entre los mandatarios, un evento que no se imaginaba cuando intercambiaban amenazas, provocando sospechas de una posible guerra.
Cabe recordar que tras cancelarla por “inapropiada”, Trump cambió de opinión y afirmó que este evento tendría lugar el 12 de junio en Singapur, como se había acordado originalmente.
Fuente: El Informador, El Financiero
Editado por Diana Lizeth Pérez Morales
