Luego de que el presidente Daniel Ortega puso en marcha una reforma al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) que incluye un aumento en las aportaciones de los trabajadores, empleadores y jubilados, se han desatado protestas y represión del Estado.
La semana pasada, el Ejecutivo informó que entraría en marcha una reforma al INSS lo que implica un aumento en la aportación de trabajadores y empleadores, así como una disminución de la pensión de jubilados quienes estarían obligados a ceder el 5 por ciento de sus ingresos.
Como consecuencia de la reforma, el gobierno lograría recaudar 250 millones de dólares, según dio a conocer el medio El Confidencial, por lo que la sociedad salió a manifestarse pacíficamente a las calles; los estudiantes y adultos mayores fueron quienes lideraron la inconformidad.
La policía desplegó una ofensiva disparando, deteniendo y desapareciendo a quienes exigían un alto a la reforma.
Tras los primeros actos de represión, las protestas se volcaron a favor de la paz, asimismo, exigían la salida de Ortega del cargo de presidente que ha ostentado por 16 años.
Desde el segundo día del movimiento social, los estudiantes a nivel nacional tomaron las calles cercanas a sus universidades o bien, espacios públicos, donde de nueva cuenta fueron víctimas de la represión de fuerzas del Estado.
Agresiones contra periodistas
La vicepresidenta, Rosario Murillo, esposa de Ortega, calificó a los manifestantes como: “minúsculos grupos quienes atentan contra la paz y el desarrollo, con intereses y agenda políticas, egoístas, tóxicas, llenas de odio”.
El periodismo también sufrió de agresiones: Ángel Eduardo Gahona del diario El Meridiano fue asesinado llevando a cabo su labor, asimismo, la Radio Darío León fue quemada. En la actualidad, “100% noticias” y canal 51 permanecen fuera del aire.
Hasta el 21 de abril a las 4 de la tarde, el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) en un comunicado dio a conocer que 25 personas habían perdido la vida como consecuencia del uso de la fuerza estatal.
Las ciudades en las que más asesinatos se presentaron son Managua y Ciudad Sandino.
La misma fuente informó que, hasta esa fecha, 67 personas resultaron heridas por golpes de policías con balas, tanto de goma como de verdad, y 43 están desaparecidas. En su nota de prensa número tres, se ha dicho que las personas han perdido la vida como consecuencia de disparos en las zonas del pecho y cabeza, lo cual da evidencia que “el objetivo de las fuerzas policiales y para-estatales no es disuadir la protesta, sino aniquilar a quienes reclaman”.
Las protestas continuaron: en imágenes desde Nicaragua que Unitierra Puebla facilitó a este medio, se observan a miles de personas reunidas en distintas locaciones de la capital y otras ciudades en la convocada Marcha Nacional por la Resistencia, también se exigió la salida de Ortega.
AI condena hechos
En diversas ciudades del mundo, cientos de personas salieron a las calles para mostrar su inconformidad con la situación, desde Costa Rica hasta España pasando por diversos estados de la Unión Americana. Amnistía Internacional (AI) condenó los hechos aseverando: “Las autoridades de Nicaragua deben dejar de reprimir inmediatamente a los manifestantes y proteger su derecho a protestar”.
Erika Guevara Rosas, directora de AI para las Américas, pronunció: “la respuesta burda y violenta de las autoridades a estas manifestaciones tiene implicaciones profundamente preocupantes para los derechos humanos en Nicaragua”.
Advirtió que este momento será uno de los oscuros tiempos en la historia del país: “el presidente Ortega no puede seguir gobernando sin diálogo, consulta y respeto por los derechos humanos del pueblo nicaragüense”.
Durante el fin de semana, hubo saqueos en los supermercados y la población señala a la policía como responsable.
En la noche del domingo en la Universidad Politécnica de Nicaragua, hubo presencia de la policía lo que ocasionó heridos.
Sin embargo, el subdirector de la policía, Francisco Díaz, dijo que su institución no estaba ahí, sin embargo, tanto los estudiantes como los medios locales transmitieron en vivo y en los videos se observan a los automóviles de seguridad pública al interior de la universidad.
Aunque la reforma se ha revocado, se convocó a paro nacional, los líderes religiosos católicos como los jesuitas y evangélicos han condenado los actos y el escritor Sergio Ramírez –galardonado con el Premio Cervantes– advirtió en su discurso la situación del país.