Foto. Estrategia y negocios
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¿Dictadura o régimen autoritario en Nicaragua?. Foto: Especial

El 6 de noviembre, Daniel Ortega actual presidente nicaragüense, buscará reelegirse una vez más, por ello, ha prohibido los observadores electorales y ha favorecido una nula representación de la oposición en la Asamblea.

Para explicar por qué es tan importante voltear a ver las elecciones presidenciales de Nicaragua en noviembre, se consideran 3 puntos:

Un único candidato presidencial

El presidente Daniel Ortega, quien ya ejerció el poder de 1985 a 1990 y desde 2007 a la fecha, hace dos años a través de una reforma a la constitución, promovió la reelección y eliminó la segunda vuelta electoral, por lo que ahora, un candidato podrá ser ganador si tiene 35 por ciento de la preferencia, una reducción de 10 puntos porcentuales a lo establecido antes de la modificación constitucional.

Oposición debilitada

Los partidos políticos nicaragüenses han sido desplazados de la carrera presidencial, tal como es el caso de Luis Callejas quien el pasado 15 de junio, sufrió la anulación de su candidatura por la Corte Suprema.

El gobierno de Ortega también ha fracturado la estructura interna de la oposición, ya que al Partido Liberal Independiente, el pasado 8 de junio, le fue impuesto un dirigente cercano al presidente nicaragüense luego que la Sala Constitucional de la Corte Suprema el 8 de junio separó de la dirigencia a Eduardo Montealegre.

Asimismo, el Consejo Supremo Electoral (link nota ayer) ha ordenado que 28 diputados de la oposición fueron destituidos, por lo que en la actualidad, la Asamblea Nacional está compuesta por 92 diputados, de los cuales, sólo 2 son opositores.

Sociedad inconforme

Miles de nicaragüenses se han mostrado inconformes con la represión y la concentración del poder del presidente Ortega, pero también la iglesia ha hecho lo propio cuando la Conferencia Episcopal se ha pronunciado en contra del régimen.

Asociaciones defensoras de los Derechos Humanos también han mostrado su preocupación ante la situación tal como lo ha dicho Vilma Núñez del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos Cenidh “se vive un control del orteguismo en las instituciones del Estado, el uso de la policía para reprimir y el Ejército para intimidar”.

La comunidad internacional se ha mostrado en contra de la decisión del Estado nicaragüense de reglamentar las redes sociales y prohibir la participación de observadores electorales.

Luis Almagro, titular de la Organización de Estados Americanos (OEA) se expresó en contra de la situación cuando en su cuenta de twitter anunció: “Elecciones transparentes y competitivas se logran garantizando derechos de tod@s los candidatos”.

Editado por Yoselin Ivette Gamez || @yoselin_ivette