En el marco del día Mundial de la Madre Tierra, Puebla carece de una política ambiental que ayude a conservar y defender los recursos naturales, por lo que en lugar de conmemorarse debiera de reflexionarse sobre lo que se está haciendo al respecto.
Así lo consideró, en entrevista con el medio, la ambientalista Pame Tajonar Méndez, quien agregó que el tema de la Madre Tierra contempla a varios factores que la integran como es el cuidado al medio ambiente, lo cual “se ha perdido desde hace 8 años”.
Refirió que el problema se ha agrandado porque las autoridades locales en lugar de garantizar políticas públicas en la materia, se han dedicado a hacer “mega proyectos” que contemplan, principalmente, el derribo de árboles“.
“Desafortunadamente la situación ambientalmente de Puebla es cada vez peor, no se ha hecho algo para cuidar a la tierra, este tema debería ser de importancia, sin embargo, llevamos 8 años en los que no se ha trabajado, en lugar de avanzar vamos para atrás”, expresó.
Aseveró que tendría que haber una Secretaría de Medio Ambiente que “realmente” ponga atención en el tema, ya que desde hace 8 años, cuando inició el gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas, desapareció y en su lugar se creó la Secretaría de Desarrollo Rural, Sustentabilidad y Ordenamiento Territorial (Sdrsot), la cual no ha tomado la importancia necesaria al tema.
Consejo ciudadano de ecología se perdió
Y es que, dijo, con la extinción de esta dependencia también se perdió el Consejo Ciudadano Estatal de Ecología, el cual era un espacio en el que académicos y especialistas se sentaban a dialogar sobre los temas en la materia.
Sostuvo que esto no sólo es a nivel estatal, sino también federal, ya que si bien se tienen en el estado las delegaciones de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), estas “pasan desapercibidas”.
“Este día que tendríamos que estar conmemorando nuestra madre tierra, a los recursos y la vida que esta nos da pero no se hace, tenemos que ser conscientes de dónde estamos viviendo, porque el tema ambiental en la medida de que no lo consideremos importante serán las consecuencias que traerá consigo”, remarcó.
Reprobó que, a pesar de esta situación, no haya propuestas que estén enfocadas en temas ambientales, lo que tendría que ser una prioridad, principalmente ahorita en el tema de las campañas para quienes son los candidatos.
Criticó y calificó como “aberración”, que el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) se ostente de decir que es un instituto político preocupado por el medio ambiente, cuando en la práctica no lo representa.
Urge secretaría de medio ambiente
Tajonar Méndez indicó que además de la Secretaría de Medio Ambiente, es necesario que el titular de la misma sea un persona comprometida, ya que –dijo– en Puebla hay personas que cumplen con ese perfil, quienes tendrían que estar al frente sin que el cargo se vuelva un pago de favores.
También es necesario que se conforme nuevamente el Consejo Estatal de Ecología, que este pegado a la secretaría y sirva como un asesor, así como un Instituto Estatal de Ecología que haga los diagnósticos y vigilancia de los recursos naturales que se tiene en Puebla.
La ambientalista aseveró que el último exfuncionario estatal que trabajó realmente por una política en la materia y registró avances para Puebla fue Francisco Castillo Montemayor, quien ocupó ese cargo en el sexenio de Mario Marín Torres.
Cabe mencionar que hasta el año pasado se habían otorgado 423 permisos para minerías a cielo abierto en 65 municipios del estado, lo cual contemplaban una superficie de 296 mil 563 hectáreas, es decir, el 9 por ciento del territorio total de la entidad que asciende a 3 millones 430 mil 900 hectáreas.
Además de que de acuerdo con un estudio del Centro de Análisis e Investigación Fundar, hasta 2017 se tenían en Puebla 233 pozos para la fracturación hidráulica, mejor conocido como “fracking” lo que lo colocó en el segundo lugar de esta actividad, que es considerada de riesgo para el medio ambiente y la población y de las que más afecta a la tierra.
