Durante el 2017, el rastro municipal capitalino dejó de percibir hasta 3 millones de pesos por suspender los sacrificios de ganado bovino; para finales de febrero podría haber acuerdo con una empresa para retomar dicha actividad.
Así lo señaló el titular de la Dirección Industrial de Abastos del municipio, Julio César García Ángeles, quien aseguró que a diferencia del 2016, la dependencia ya no opera en números rojos, pues con la matanza de ganado porcino se puede mantener.
Explicó que pese a que se tienen las condiciones para realizar el sacrificio bovino, no se cuenta con el personal, por lo que, señaló, se está en negociaciones con una empresa que acepte sacrificar bajo las condiciones sanitarias, mismas que podrían resolverse a finales de mes
Aseguró que suspender esta matanza también representa ahorros de agua y electricidad.
Mencionó que si bien el rastro carece de “algunos detalles” como falta de pintura o reparaciones a las mallas ciclónicas, estos aspectos no afectan la producción, pero de tenerse los recursos podrían “mejorar la presentación”.
Informó que, conforme a la tasa de inflación del año pasado, la tarifa para sacrificar un porcino incrementó de 105 a 112 pesos, es decir, un 6 por ciento.
En otro tenor, aseguró que dentro de las supervisiones se pudo constatar que no existen, dentro del municipio, rastros clandestinos, sin embargo se sabe que ingresa carne contaminada desde otras áreas del estado.