El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y el Consejo Ciclista Poblano (Cadena) señalaron que la ciclovía que se construía bajo el segundo piso de la autopista México-Puebla y que ya se está retirando fue un proyecto “mal diseñado” desde el principio.
En entrevista, Carlos Montiel Solana, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), quien fue uno de los primeros en manifestar su rechazo a la obra, comentó que su retiro y habilitación del carril que ocupaba ayudará a mejorar el flujo vehicular de la zona.
Refirió que si la administración pasada hubiera hecho los estudios adecuados antes de comenzar los trabajos, desde un inicio se habría dado cuenta que no iba a tener la capacidad suficiente para darle al tránsito local la fluidez que se requiere en este tramo.
Asimismo, comentó que el costo del retito, así como los trabajos de rehabilitación, adecuaciones de seguridad e intersecciones que en dicho carril deben ser absorbidos por las concesionarias Pinfra y OHL de México, ya que fueron las que se encargaron de la construcción del viaducto elevado.
El líder empresarial aplaudió que el gobernador Antonio Gali Fayad haya tomado esa decisión, luego de que hubo “muchas quejas” de los diferentes organismos y la sociedad en general sobre los problemas de tráfico que se presentaban.
Tras cuestionarle sobre si se están corrigiendo errores en los proyectos del exmandatario Rafael Moreno Valle, Montiel Solana comentó: “Yo no quiero hacer una evaluación en torno a si son o no errores, la realidad es una, el proyecto como quedó no funcionaba, no daba productividad, viabilidad y fluidez, sobre todo en el recurso más valioso que tiene cualquier ser humano que es el tiempo”.
No ayudará a mejorar el tráfico: Cadena
Por su parte, Armando Pliego Ishikawa, integrante del Consejo Ciclista Poblano (Cadena), aunque manifestó que el proyecto estuvo mal diseñado y le faltó planeación, aseveró que el retirar la ciclovía no agilizarla el flujo vehicular, pues sólo tendrá un carril más que también se “llenará” de vehículos.
Refirió que están atendiendo las quejas de los automovilistas, más no se resolverá el problema de tráfico que se presenta diariamente en esa vialidad, pues es un principio económico la demanda inducida, que entre más espacio se tenga para los coches más automotores habrá.
“La ciclovía no hubiera sido de tanta utilidad estando tan mal hecha, el proyecto no estuvo planeado ni diseñado y fue una medida que se hizo de brote ponto, una ocurrencia, y eso dio este resultado mal hecho, además de que pusieron a constructoras que no saben hacer ciclovías”.
Lo anterior, porque recordó que cuando se anunció la obra, se contemplaba un arreglo integral de esa zona, ya que pasaría a ser un bulevar urbano de 70 kilómetros por hora como velocidad máxima, que tendría guarniciones, banquetas, camellón, semáforos, carriles más angostos y varios accesos, empero nada de eso se hizo.
Finalmente, Pliego Ishikawa puntualizó que para que una ciclovía cumpla con su finalidad en esas vialidades debe ser en extrema derecha y bidireccional en ambos sentidos, tal y como lo marca el Manual de Ciclociudades para atender los criterios de movilidad urbana y sustentable.
