La Arquidiócesis Primada de México criticó a autoridades de los tres niveles de gobierno por la impunidad en los casos de los 33 periodistas y 17 sacerdotes asesinados durante el presente sexenio y calificó a estas profesiones como las más peligrosas.
En un artículo publicado este domingo, la institución presidida por el cardenal Norberto Rivera Carrera señaló que el periodismo y el sacerdocio se han vuelto actividades de alto riesgo por la “incontenible violencia” en todo el país y la poca eficiencia de los gobiernos para esclarecer los casos.
Consideró que el Estado está rebasado en el combate contra la delincuencia y que las políticas anunciadas por los “burócratas” son “inútiles”, puesto que “el 99 por ciento” de los crímenes contra periodistas y sacerdotes quedan impunes”.
Cuestionó a las autoridades por no cumplir “con su deber de castigar a aquellos que atentan contra la vida de periodistas, sacerdotes y miles de mexicanos cuyas familias no han tenido justicia por homicidios”, de forma que cada vez es más fácil matar impunemente en el país.
Lunes negro
Reconoció que tanto el periodismo como el sacerdocio “son brazos que hacen fuerte a nuestra sociedad frente a la corrupción, la impunidad y el delito”, y que los periodistas son agredidos por “denunciar las alarmantes relaciones entre el crimen y las autoridades que han sido corrompidas”.
En referencia a los recientes asesinatos de los comunicadores Javier Valdez Cárdenas, en Sinaloa, y Jonathan Rodríguez Córdova, en Guerrero, así como a la agresión contra el padre Miguel Ángel Machorro Alcalá, en la Catedral Metropolitana, calificó como “lunes negro” el pasado 15 de mayo.
Acusó que, de manera semejante a los periodistas, los clérigos son agredidos “por ser incómodos en la tarea profética de anunciar y denunciar, por guiar a sus comunidades por sendas de una vida más digna frente a los corruptores del tejido social”.
Cabe recordar que Machorro Alcalá fue reportado con daño cerebral el pasado jueves y su estado de salud continúa siendo grave hasta el momento.
Fuentes: Excélsior y El Informador
