En las primarias, secundarias y bachilleres públicos de Puebla, el fomento a la lectura es mínimo y no es de “calidad” ya que se promueven lecturas “de moda o superficiales” que no abordan la crítica, los problemas sociales o la condición humana.
Así lo señaló Alejandro Ramírez Lámbarry, académico de la Facultad de Filosofía y Letras (FFYL) de la BUAP, quien sostuvo que los adolescentes requieren de textos con sentido analítico, a fin de desarrollar un criterio “humano y profundo” y no uno basado en el consumo.
En entrevista, aseguró que las sagas juveniles “de moda” cada vez son más utilizadas como material de trabajo de los maestros de educación básica y media superior, bajo el argumento de que “eso les gusta a los niños”.
Sin embargo, aseveró que libros como “Los Juegos del Hambre”, “Las Ventajas de ser Invisible” o “After” crean en los adolescentes una mentalidad “simple” y basada en respuestas inmediatas, lo cual inhibe su curiosidad y “limita” su criterio.
Autores mexicanos son “olvidados”
Y es que lamentó que la literatura clásica o latinoamericana de los siglos XIX y XX “se esté dejando a un lado”, cuando en su opinión, hay muchas obras que podrían ser del gusto de los jóvenes y, al mismo tiempo, crearían en ellos una cosmovisión “más amplia y filosófica”.
Aseveró que las corrientes literarias surgidas en dicho periodo aún “tienen mucho que ofrecer” además de que su estudio también implica obtener aprendizajes cultural e histórico de la época en que fueron escritas.
Entre los autores que, consideró, deberían ser impartidos en los salones, se encuentran: James Joyce, Lewis Carroll, Édgar Allan Poe, Franz Kafka o H. G. Wells, con respecto a los clásicos del periodo mencionado.
En cuanto literatura hispanoparlante, mencionó que en primer lugar se debería tomar en cuenta a los escritores mexicanos, como: Ignacio Manuel Altamirano, Manuel Payno o Manuel Gutiérrez Nájera, quienes –explicó- narran la transformación del México virreinal al republicano, un periodo del que los jóvenes “conocen muy poco”.
SEP debe programar lecturas
Incluso, señaló que si de lecturas más “modernas” se trata, también hay autores que se deberían tomar en cuenta, como José Emilio Pacheco, José Agustín, Juan José Arreola o Augusto Monterroso, quienes poseen una narrativa menos rebuscada y con historias juveniles, pero con “tacto muy fino”, más profundo y hasta con un sentido del humor muy agradable.
Por ello, Ramírez Lámbarry expuso que la Secretaría de Educación Pública (SEP) debería encargarse de programar las lecturas a estudiar durante todo el periodo escolar, ya que los profesores “ceden” a los intereses de los jóvenes y no imponen su papel de educador.
Asimismo, dijo que se debe evaluar a los menores en función de su comprensión lectora, su escritura y las obras que hayan leído, ya que aunque existe una materia de Taller de Lectura y Redacción, sólo es utilizada para “hacer resúmenes y transcribir biografías”
En otro tema, el también coordinador del posgrado en Literatura Hispanoamericana invitó a los interesados a inscribirse con fecha límite del 17 de febrero.
Para más información con respecto al inicio de cursos y los requisitos, se puede consultar la página web de la facultad.
