El 89 por ciento de la superficie de la micro cuenca Cacaloapan, en Tepanco de López, es “potencialmente susceptible” a la desertificación; 7 por ciento ya presenta algún grado de este fenómeno y sólo 5 por ciento no está afectada.
Ante esta situación, investigadores del Instituto de Ciencias de la BUAP (Icuap) desarrollan programas y acciones de recuperación, ya que la conservación de la zona es “fundamental” para mantener la reserva de la biósfera Tehuacán-Cuicatlán en buenas condiciones.
En este sentido, Rosalía del Carmen Castelán Vega, investigadora del Departamento de Investigación en Ciencias Agrícolas (DICA) del Icuap, señaló que la asociación de barreras vivas, como el maguey, y barreras muertas de piedra acomodada son las prácticas de conservación que mayor eficiencia han tenido.
Explicó que las barreras funcionan como un filtro y evitan que se arrastre una mayor cantidad de suelo y con ello se pierdan los nutrientes que lo hacen productivo.
Además, comentó que los principales elementos que han contribuido a la desertificación de la zona son el sobrepastoreo, las pendientes inclinadas, la vegetación natural muy pobre, los cultivos anuales intensivos y extensivos, así como la migración de los campesinos de la región.
Educación ambiental debe impartirse desde temprana edad
Respecto a la educación ambiental, la académica opinó que “es fundamental para frenar la degradación de los ecosistemas, por ello es pertinente que los niños aprendan qué son los bienes comunes naturales, para qué sirven y cuál es su importancia”.
Sin embargo, señaló que en los libros de educación básica no se aborda a detalle sobre la importancia del suelo, por lo que, en colaboración con expertos, elaboraron generaron un cuadernillo de aprendizaje titulado “La importancia del suelo ante el cambio climático”.
Editado por: Jorge Dorantes
