Israel Rodríguez Barragán, abogado del Instituto Salvador Allende, aseguró que el personal no fue obligado a trabajar tras el sismo del 19 de septiembre, sino que, de manera voluntaria, se encontraban en las instalaciones armando paquetes de víveres.
Lo anterior, luego de que este medio publicara las denuncias anónimas de algunos trabajadores, quienes mencionaron que tras el terremoto y sin contar con el dictamen de Protección Civil, acudieron a la escuela para “trabajar en documentos que les requiere la Secretaría de Educación Pública (SEP)”, mientras que las clases sí fueron suspendidas.
En entrevista con Ángulo 7, Rodríguez Barragán explicó que tras el sismo del 7 de septiembre, el cual afectó a Oaxaca y Chiapas, la institución recaudó víveres tanto en su plantel centro como en el sur, para mandarlos a dichas entidades.
Sin embargo, detalló que luego del terremoto del 19 de septiembre, que dañó a cientos de comunidades en Puebla, las autoridades de la escuela decidieron destinar la ayuda al interior del estado.
Por lo anterior, sostuvo que a los maestros no se les obligó a acudir a la institución, sino que se les invitó a colaborar en la preparación de las despensas que se donarían, por tal motivo, indicó el representante legal, que la escuela ubicada en la 11 oriente número 15, albergó al personal que quisiera apoyar de forma voluntaria.
Además, señaló que la institución reanudó sus actividades una semana después del sismo, fecha en la que ya contaban con el dictamen que acredita a dicho inmueble como estructuralmente seguro.
