Estudiantes de nivel media superior y superior consultan resultados del examen de admisión Buap 2017.
Alegría y decepción dejan las listas de aceptados en la BUAP. Foto: Jafet Moz/EsImagen

Caras largas y otras muy felices provocó la publicación de la lista de aceptados en la BUAP, pues de los 40 mil 472 aspirantes que realizaron los exámenes de admisión, 27 mil 345 obtuvieron un lugar; algunos tenían un “plan B”, pero otros no.

La mañana de este sábado, jóvenes se reunieron en los puestos de periódicos para consultar los resultados, algunos para confirmar lo que ya habían visto por la noche vía internet; otros para ver si en el papel sí aparecía su matrícula en la lista de aceptados, mientras que otros para saber por primera vez en qué lista se encontraban.

Acompañados por sus padres, por sus amigos o en solitario, recorrían con la mirada las listas, pero en el rostro se les veía incertidumbre.

Quienes ya sabían desde la madrugada que fueron aceptados, sonreían solo en espera de encontrar su matrícula y ratificar lo visto en la página web de resultados.

En el cuadrante del zócalo se mezclaron todo tipo de emociones, unos grupos de amigos reían a carcajadas mientras que otros permanecían en silencio.

Emociones encontradas

Mujeres platicaban en voz baja, pero de a ratos reían y a ninguna se le veía triste.

No obstante, también hubo parejas de novios con lágrimas y la lista de resultados en la mano, lo cual evocaba lo obvio: fueron rechazados.

En los jóvenes que iban con sus padres fue más predecible lo que había ocurrido, pues mientras unos sonreían entre familia, otros veían las listas en silencio y luego se retiraban del lugar de la misma forma.

Las familias con resultados positivos se sentaron a desayunar en los portales, otras recorrían el zócalo y se tomaban fotos, mientras que las que obtuvieron resultados negativos, se marcharon.

Esto refleja lo importante que es para las familias poblanas tener o no un hijo estudiando en la BUAP, más aún si es en carreras tan demandadas con Medicina, Derecho y Administración, donde se requiere de un puntaje muy alto para obtener un lugar y donde más de la mitad de los aspirantes queda fuera.

Sentimiento de injusticia

Por ejemplo, para Medicina –la licenciatura más demandada- este año se abrieron 980 lugares, pero fueron 4 mil 98 los que hicieron el examen para ingresar, es decir, 3 mil 818 aspirantes fueron rechazados.

Más que un golpe al orgullo y la autoestima, ser rechazado resulta determinante para los sueños de los estudiantes, pues algunos de ellos afirmaron no contar con la capacidad económica para estudiar en una universidad privada, por lo que ven truncadas sus aspiraciones personales.

Otros, se desaniman y viven un sentimiento de injusticia, porque sí pasaron las pruebas y su puntaje fue muy alto, pero por falta de espacios quedaron fuera, lo cual ocurre principalmente en las carreras con mayor demanda.

Entre felicitaciones, abrazos, decepciones y resignación, transcurrió la entrega de resultados de este año que, aunque fue diferente para cada aspirante, representa un nuevo reto para todos.

 

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