Alejandro Armenta Mier se deslindó de los opositores a que Miguel Barbosa Huerta sea el precandidato de Morena a la gubernatura, pero no expresó su apoyo al senador; negó fraudes a su paso por Sedesol y exigió investigar a los últimos tres gobernadores.
Al señalar que “no está detrás, ni encabeza” un grupo opositor al nombramiento de Barbosa Huerta, el diputado federal sostuvo que los inconformes expresan su sentir, pero no son enviados por él.
Sostuvo este lunes en rueda de prensa que “jamás” crearía un movimiento que dañara al partido, pues unidad es lo que se requiere ahora que ha iniciado formalmente el proceso electoral.
No obstante, reconoció que no apoya el proyecto político del experredista, lo cual justificó con el argumento de que “apoya al partido, no a personajes”.
Aseguró que respeta el trabajo del senador y lo respalda como coordinador de organización estatal, pero evitó pronunciarse a favor de que sea candidato a la gubernatura, puesto que él también busca.
Niega fraudes en Sedesol
Por otro lado, negó cometer fraudes o haber lucrado con la tragedia en los municipios afectados por el huracán “Dean”, en 2007, luego de que presuntos damnificados denunciaron que firmaron papeles para recibir apoyos que jamás llegaron.
A su paso por la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), bajo el gobierno del priista Mario Marín Torres, Armenta Mier se encargó de entregar el apoyo a pobladores de los 38 municipios azotados por el desastre natural, pero en días recientes –diez años después de la tragedia— se difundieron acusaciones de fraude en medios de comunicación.
Esto fue rechazado por el legislador, quien aseguró que solo se trata de una campaña política en su contra, ya que aspira abanderar a Morena a Casa Puebla.
Por este motivo, dijo que está dispuesto a ser investigado y colaborará en dar la información que le soliciten las autoridades.
Pero esto con la exigencia de que también sean investigados los últimos tres exgobernadores: Rafael Moreno Valle (del PAN), Mario Marín Torres y Melquiades Morales Flores (del PRI).
Dijo que se tienen que reabrir sus cuentas públicas de todos sus sexenios para “darse cuenta que hay mucho que investigar”, especialmente –afirmó— sobre la deuda de 70 mil millones de pesos que heredó Moreno Valle y que se desconocen sus términos, pues la información se encuentra resguardada por el fideicomiso Evercore, que se descubrió que opera desde la isla de Barbados, considerado un paraíso fiscal.