Puebla, así como Veracruz, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas son de los estados que reportan mayor número de casos de contaminación de fuentes de agua provocadas por factores como proyectos mineros e industriales, plantas hidroeléctricas y extracción de hidrocarburos.
Así lo indicó el reporte denominado “Mission to Mexico” de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh).
En el documentó se describe que en muchos casos esos problemas ambientales afectaban directa o indirectamente las fuentes de agua, lo cual genera preocupación por la calidad del agua potable y la protección de la salud en las zonas afectadas, teniendo en cuenta que varios contaminantes no quedan suficientemente eliminados por las plantas de tratamiento y que en algunos casos el agua se consume directamente de las fuentes.
Por su parte, los pobladores de zonas afectadas expresaron al relator especial de la ONU su frustración porque no se tienen en cuenta sus quejas, además de que no se les consulta adecuadamente antes de diseñar y ejecutar los proyectos y porque su derecho al agua parece tener una prioridad muy baja para las autoridades.
El relator especial recibió informes que indicaban la baja calidad del agua potable y la falta de saneamiento y de un tratamiento adecuado de las aguas residuales afectaban negativamente la salud de las personas.
Comunidades opositoras de megaproyectos
Respecto a la construcción y operación del gasoducto Tuxpan–Tula, las comunidades totonacas, nahuas y otomíes de los municipios de Tlacuilotepec, Pahuatlán y Honey, de Puebla, así como de Tenango de Doria y Huehuetla, en Hidalgo se oponen por sus diversos impactos negativos.
El Consejo Regional de Pueblos Originarios en Defensa del Territorio de Puebla e Hidalgo, señalaron que la ejecución del proyecto es una agresión al medio ambiente, la biodiversidad del territorio y su cultura, ya que se estarían talando miles de árboles, afectando la flora y la fauna, asimismo, se dañarán manantiales y otras fuentes de agua, además de que ha habido y desplazamiento de población.
Criticaron que al gasoducto lo acompañan las minas a cielo abierto, la fracturación hidráulica, la privatización del agua, la instalación de hidroeléctricas, lo que provocaría escasez de agua, la contaminación y desaparición de los ríos, la afectación del bosque mesófilo de montaña, el desplazamiento de miles de personas y la disminución de la calidad de vida.
Cabe recordar que a Alianza Mexicana contra el Fracking denunció a través de un video, que Puebla y ocho estados más se verían afectados por la fractura hidráulica –“fracking”– para extraer gas del subsuelo es una técnica nociva para el ambiente y la salud humana, debido a la cantidad de agua que ocupa y a los residuos tóxicos que produce.