El titular de la Segom de Puebla, José Ventura Rodríguez Verdín, pidió un mes de prórroga para corregir todas las anomalías en el corredor comercial del Centro Histórico, pues aseguró que 315 puestos ya fueron reubicados, pero falta que respeten la norma.
A una semana de que empezó el ordenamiento de ambulantes, reconoció que ninguno ha cumplido con lo que marca el nuevo reglamento, ya que se sigue vendiendo piratería, usando tanques de gas, poniendo estructuras metálicas y ocupando más de un metro cuadrado de espacio, que era el límite por cada puesto.
Entrevistado luego de una mesa de trabajo con regidores de la Comisión de Gobernación, argumentó que un cambio se va dando “paulatinamente”, refiriéndose a que el corredor, en el que se proyectó la presencia de 350 informales, no operaría desde su primer día tal cual marca la ley, sino poco a poco.
En este sentido, dijo que el proyecto “va por partes”, comenzando por la reubicación en la 12 Poniente –que inició el viernes– luego la regulación de casa puesto para que se apeguen a la norma, después la emisión de permisos, el pago de los mismos y por último, las sanciones para quienes no respeten la normativa.
Afirmó que este viernes terminará el traslado de los vendedores, pues algunos todavía permanecían en la 6, 8 y 10 Poniente, como se constató en un recorrido realizado por Ángulo 7 el martes.
Tránsito despejará 12 Poniente
De igual forma, Rodríguez Verdín anunció que en los próximos días se “limpiará” de autos la 12 Poniente, ya que todos los días hay estacionados del lado izquierdo, facultad para la que, señaló, la Secretaría de Gobernación Municipal (Segom) no está autorizada, por lo que será la dirección de Tránsito la encargada.
En tanto, recalcó que de manera gradual se irá “exhortando” a los ambulantes a que respeten el reglamento, comenzando por cambiar de giros y pagar la cuota al ayuntamiento, aunque cabe recordar que los comerciantes han acusado que la tarifa de 5 metros por hora por metro cuadrado o fracción es “muy elevada”, además de que la normativa es “muy exigente”.
Lo anterior porque prohíbe la venta de comida, que para elaborarse requiera el uso de gas, además de no vender productos “piratas”, como lo son ropa, zapatos y mochilas.
Tampoco se pueden vender accesorios para teléfonos porque en muchos casos también son “piratas” o incluso de contrabando.
La inconformidad de los vendedores es porque se prohibió lo que más se vende, además de que su valor dejaba ganancias mayores comparado con los productos que fueron permitidos: flores, bebidas azucaradas, artesanías, postres, helados y frutas.
