Benjamín Torres Montoya, senador del PT, pidió al gobierno federal un informe sobre daños al ambiente y la salud causados por 934 pozos de gas y petróleo que Pemex perforó en el país con la técnica “fracking”; 120 de ellos están en la Sierra Norte poblana.
Lo anterior mediante un punto de acuerdo presentado en la sesión de la Comisión Permanente de la Cámara Alta, el pasado miércoles, donde el petista señaló que la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y de Protección al Medio Ambiente del Sector Hidrocarburos debe reportar las repercusiones de dichas obras ante la creciente preocupación de la ciudadanía.
En Puebla, “diversos sectores de la sociedad civil –advirtió– están alertando que al menos 35 municipios de la Sierra Norte se encuentran en riesgo por la perforación de aproximadamente 233 pozos por “fracking”, debido a que “están provocando sismos en el área”.
Remarcó que, contrario a lo que ocurre en México, en Estados Unidos y Argentina dicho método de perforación ha sido prohibido debido a que “se comprobó que produce tóxicos, cancerígenos y mutagénicos en la sangre”.
Fracking “envenena el agua” y “destruye economía regional”
Asimismo, provoca “envenenamiento de espejos de agua, muerte de ganado, desaparición de la flora, agua de uso humano envenenada, alto impacto destructivo para las economías y producción regional, desempleo y quebranto; falta de agua potable y agua dulce; contaminación de acuíferos”, añadió.
De acuerdo con la Alianza Mexicana Contra el Fracking, dicha técnica conlleva la perforación pozos en el subsuelo mediante la fracturación de la roca con la inyección de una mezcla de agua, arena y sustancias químicas a elevada presión, con el fin de alcanzar petróleo y gas natural atrapado zonas de difícil acceso denominadas lutitas.
Puebla –señala la organización— tiene el tercer lugar nacional en número de pozos perforados a través de fracking o “fracturación hidráulica”.
Aunque tras la aprobación de la reforma energética, en 2013, se estableció “la perforación de 22 mil pozos en el país para la extracción no convencional de gas shale y petróleo”, Pemex solo ha informado el número de ellos –300 en Veracruz y 200 en Tamaulipas, además de los de Puebla–, pero no sobre las consecuencias que tendrían en las poblaciones humanas, animales y vegetales.
Cabe recordar que, el pasado 20 de abril, activistas acusaron que, en Puebla, se tienen contabilizados alrededor de 233 proyectos de “fracking” considerados “de muerte”, los cuales han desatado conflictos en las comunidades donde se construirán, principalmente por el agua, pues se estima que ocuparán 6 millones 200 mil metros cúbicos diarios.