El gobierno mexicano usó Pegasus de la firma israelí NSO Group para espiar a Simón Barquera, Alejandro Calvillo y Luis Encarnación, promotores del impuesto al refresco, reveló un reporte del instituto de investigación Citizen Lab.
A través de mensajes cortos (SMS) sobre accidentes y muerte de familiares, supuestas pruebas sobre infidelidades y noticias falsas, el gobierno mexicano implantó software malicioso (malware) e intervino los dispositivos de científicos y promotores del impuesto a las bebidas azucaradas, con fines de espionaje.
Los ataques ocurrieron entre los meses de julio y agosto de 2016, periodo en que los activistas preparaban una campaña de medios de comunicación para aumentar el impuesto, aumentar la tasa impositiva y exigir la rendición de cuentas sobre el gasto.
El reporte del Citizen Lab, basado en la documentación que recabaron tanto la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D) como de SocialTIC, asocia este ataque con el gobierno mexicano por algunas razones simples: primero solamente un gobierno puede adquirir el malware de NSO Group, segundo está documentado que el gobierno de México es cliente de NSO Group, tercera la misma infraestructura usada para espiar a los activistas pro impuesto al refresco fue usada en contra del periodista Rafael Cabrera, coautor de la investigación sobre la “Casa Blanca” de Enrique Peña Nieto.
Los afectados Barquera Cervera investigador del Instituto Nacional de Salud Pública; Calvillo Una, director general de la organización Al Poder del Consumidor y Luis Manuel Encarnación, coordinador de la Coalición ContraPESO, indicaron que todo lo anterior pone en evidencia que el gobierno mexicano abusa del software y tecnologías de espionaje al utilizarlos con fines políticos e intereses privados, más que para la persecución del crimen y salvaguardar la seguridad nacional.
Cabe mencionar que no es la primera vez que las autoridades se ven involucradas en casos de espionaje, por ejemplo R3D reveló que la administración del exgobernador poblano Rafael Moreno Valle fue uno de los 12 estados clientes de la firma italiana Hacking Team, especializada en espionaje, el gobierno estatal adquirió software de vigilancia capaz de infectar computadoras y celulares para acceder a información de sus ciudadanos.