La religión y la ciencia pueden establecer un diálogo fructífero, basado en las aportaciones de la teología a los estudios universitarios, así como en la humildad y la búsqueda común de la verdad, consideraron académicos y clérigos reunidos en la Upaep.
Durante la inauguración del Encuentro Internacional Educación, Ciencia y Religión, el rector de la Universidad Popular Autónoma de Puebla (Upaep), Emilio José Baños Ardavín, consideró que la teología puede y debe tener un lugar entre las diversas disciplinas científicas que se estudian en las universidades.
La aportación de la teología reside –dijo– en exigir que la búsqueda del saber científico “contemple siempre la búsqueda de la verdad, que implica la reflexión entre los verdadero, lo bueno y lo bello, y su relación ente sí”; renunciar a esto “conlleva abdicar en la misión universitaria y en su compromiso con la persona y con la comunidad”.
Por su parte, monseñor Felipe Pozos Lorenzini, representante de la Arquidiócesis de Puebla, celebró que sean los laicos quienes busquen el diálogo entre la ciencia y la religión, el cual –consideró– debe ser “transparente, abierto, sincero y humilde”.
Religión puede transformar la sociedad
Durante su intervención, el rector de la Upaep comentó la propuesta de una “Teología Pública”, que contribuya, junto con otras ciencias, a responder “las cuestiones y retos fundamentales del individuo y la sociedad”.
En este sentido, remarcó que la universidad no puede ser ajena a las realidades sociales, ni puede aislarse el aporte de la religión, a través de la educación, a la transformación de la sociedad.
