Tras varias semanas de discusión, Michel Aoun fue nombrado como el nuevo presidente de Libano; su elección representa no sólo un consenso de las fuerzas políticas de aquel país, sino el fin de un periodo de 31 meses sin un representante de gobierno.
En Líbano existen tres fuerzas políticas; los musulmanes sunitas, los musulmanes chiitas y los cristianos, debido a ello, en sus leyes se ha intentado que cada una de las representaciones políticas tenga un rol en la toma de decisiones, por lo que, el puesto de presidente es reservado únicamente para los cristianos.
Sin embargo, desde 2014, el parlamento, que es responsable de elegir al presidente, no había podido conciliar las diferencias entre los musulmanes chiitas y sunitas quienes demostraban su inconformidad ante los posibles presidentes.
Fue hasta hace unos días, cuando Saad Hariri exministro y líder de la fuerza política sunita, aseguró que apoyaba la presidencia de Michele Aoun, lo que sumó fuerzas con el respaldo de Hezbollah y las fuerzas armadas libanesas.
Frente a ello, el parlamento con 83 votos a favor de un total de 128 diputados, eligió a Aoun.
Exlíder de guerra
Michel Aoun, fue general del ejército a finales de la década de los ochentas lideró la guerra de liberación, lo que lo mantuvo exiliado por más de una década en Francia.
Curiosamente, el actual parlamento está compuesto por los mismos legisladores desde 2009, quienes tuvieron que extender su período de actividades a falta de un presidente.
Finalmente, en su primer discurso advirtió que concentrará en una ley electoral y acciones para resolver la crisis de refugiados, asimismo, aseguró que Israel es “la gran amenaza de Líbano” y que éste deberá desocupar los territorios por su régimen.
