Nueve ciudades y zonas metropolitanas, incluida la de Puebla-Tlaxcala, pese a tener una contaminación atmosférica “estable”, corren el riesgo de no alcanzar el cumplimiento de calidad aceptable del aire en la próxima década.
Así lo señaló la consultora Aregional, la cual presentó su Indicador de Conservación Ambiental (ICA) 2016, en el que además indicó que la región Puebla-Tlaxcala presentó un bajo costo económico anual para afrontar los efectos de la contaminación; sin embargo, esta situación también deberá cambiar.
Además de Puebla-Tlaxcala, otras regiones que podrían incrementar su costo económico y a su vez disminuir su calidad atmosférica en la próxima década son: las zonas metropolitanas de Aguascalientes, San Luis Potosí, Chihuahua, Querétaro, La Laguna, Juárez, Mexicali y la ciudad de Durango.
El ICA edición 2016 mostró que sólo 31 de las 102 ciudades y zonas metropolitanas evaluadas tienen un nivel alto en la conservación de sus recursos naturales, al tiempo que dejan una baja huella ecológica, es decir, que muestran un bajo impacto ambiental generado por la demanda humana de bienes y servicios, este grupo obtuvo una calificación superior a los 69.9 puntos entre un rango de 0 a 100 puntos.
Zona Teziutlán, reprueba en conservación ambiental
Sin embargo, las zonas de Puebla-Tlaxcala y la de Teziutlán no lograron quedar en ese grupo, situándose en el nivel medio (lugar 37 de 102) y nivel bajo (peldaño 88), respectivamente.
En el caso de la zona Puebla-Tlaxcala logró una calificación media en el ICA, al mostrar un puntaje de entre 60 y 69.9 puntos, en total 32 regiones se ubicaron en este nivel.
Estas regiones se caracterizan por estar rezagadas en torno a la generación de infraestructura física que permita el manejo sustentable de la basura, a través del reciclaje y formas de eliminación no contaminantes, así como infraestructura para el eficiente tratamiento de aguas residuales y desechos industriales.
La zona de Teziutlán se ubicó en el grupo bajo, al obtener una calificación inferior a los 60 puntos, otras 39 zonas metropolitanas y ciudades se quedaron en este nivel.
Estas ciudades y zonas se caracterizan por falta de políticas eficientes de conservación y uso sostenible de sus recursos naturales, lo que en las últimas décadas, ha provocado una sobre-demanda de recursos naturales y altos niveles de contaminación.
De manera general los niveles medio y bajo enfrentan agotamiento de sus recursos hidrológicos y limitada recuperación de sus mantos acuíferos, pérdida de biodiversidad, falta de infraestructura para el tratamiento de aguas residuales, alto impacto ambiental y falta de infraestructura para el tratamiento ecológico de la basura.
Puebla-Tlaxcala, con huella ambiental alta
Respecto a la huella ecológica, la Red de Huella Global (Global Footprint Network) señaló que para satisfacer el consumo actual de los recursos naturales de los mexicanos se requiere de 2 veces su propio territorio, es decir, las exigencias de su mercado se encuentran sobrepasando la cantidad de los recursos naturales con los que se cuenta.
Por su parte, las zonas de Tepic, Tlaxcala-Apizaco, Morelia, Cuernavaca, Puebla-Tlaxcala y de Aguascalientes, así como la ciudad de Hermosillo, entre otras, han impulsado la infraestructura para el tratamiento de las aguas residuales y la basura. Sin embargo, muestran una creciente huella ecológica, debido a la consolidación de su industrialización, el crecimiento poblacional y falta de políticas públicas eficaces que impulsen el reciclaje y la producción sustentable.
Finalmente, de acuerdo al Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (Inecc), el costo económico anual para afrontar los efectos de la contaminación del aire en las ciudades mexicanas es cercano al 5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
En tanto, la Secretaría de Salud contabilizó 32 mil muertes por cáncer pulmonar, enfermedades cardiopulmonares e infecciones respiratorias asociadas a la exposición de contaminantes atmosféricos en los últimos 10 años. Esta situación convierte a la contaminación del aire en la novena causa de muerte del país.
