Las organizaciones de la sociedad civil, donde las mujeres ocupan cada vez más puestos principales, no hacen “bullying” a las instituciones de gobierno, como las policías, sino que critican sus acciones como “parte esencial de la vida democrática”.
Las organizaciones de la sociedad civil, donde las mujeres ocupan cada vez más puestos principales, no hacen “bullying” a las instituciones de gobierno, como las policías, sino que critican sus acciones como “parte esencial de la vida democrática”.