Las delegaciones del gobierno federal no desaparecerán, pero se convertirán en direcciones para acabar con la “parafernalia burocrática” y regular los programas sociales que históricamente se han utilizado con fines electorales.
Las delegaciones del gobierno federal no desaparecerán, pero se convertirán en direcciones para acabar con la “parafernalia burocrática” y regular los programas sociales que históricamente se han utilizado con fines electorales.