A lo largo de los últimos años, un gran número de personas ha comenzado a preocuparse por adquirir hábitos para potenciar su bienestar integral y, por supuesto, adoptar una dieta rica en nutrientes es un tema siempre aparece.
Entre estos nutrientes destaca es el Omega 3, un ácido graso esencial que es posible obtener de, por ejemplo, el pescado, y de fuentes vegetales como las nueces, semillas y las algas marinas.
Si tu dieta no incluye alimentos de origen animal, queremos invitarte a que sigas leyendo y descubras las razones por las que vale la pena incluir Omega 3 vegano a tu rutina.
1. Mejora la salud cardiovascular
¿De qué manera? Ayudando a mantener las arterias flexibles para facilitar el flujo sanguíneo, y también reduciendo la presión arterial. Es importante tener en cuenta que cuando las arterias están en buen estado, el corazón es capaz de bombear sangre sin esfuerzo, lo cual favorecerá la prevención de complicaciones como la hipertensión o los ataques cardíacos.
Además, el Omega-3 tiene la capacidad de reducir los niveles de triglicéridos en la sangre; cuando los triglicéridos exceden los niveles saludables, incrementa el riesgo, por ejemplo, de que las arterias se obstruyan.
Otra buena noticia es que al optar por fuentes vegetales de Omega 3, se consumen menos grasas saturadas y colesterol, grasas que acompañan a los alimentos de origen animal.
2. Fomenta la salud cerebral y el bienestar mental
¿Sabías que este ácido graso está relacionado con una apropiada función cognitiva? Al apoyar el mantenimiento de la estructura y función de las membranas celulares en el cerebro, impulsa la concentración, la memoria y el procesamiento mental.
Asimismo, se ha observado que el nutriente puede ayudar a reducir síntomas asociados con trastornos del estado de ánimo, como la ansiedad y la depresión. Un nivel adecuado de ácidos grasos resulta útil para contribuir al equilibrio en los neurotransmisores del cerebro y, en consecuencia, para una mayor estabilidad emocional.
Sin duda, se le puede considerar un aliado en épocas donde el estrés o la fatiga son excesivos.
3. Es una opción más sostenible
Tu salud no es la única que recibirá un impacto positivo; una vez que incorpores el Omega 3 vegano a tu día a día, estarás respaldando el cuidado del medio ambiente. En general, el aceite de pescado, una de las fuentes más comunes, como se mencionó al inicio de la nota, proviene de la sobreexplotación de los océanos.
Las opciones veganas, en lugar de continuar golpeando los ecosistemas marinos, ofrecen soluciones igual de efectivas, pero sin hacer más grandes las problemáticas que nuestro planeta ya atraviesa. Por ejemplo, los suplementos de Seremony son hechos a base de aceite de fitoplancton marino que es apta para todas las etapas de la vida, así como para deportistas y mujeres embarazadas.
Es importante tener en cuenta que todo lo que consumimos tiene un efecto a nuestro alrededor, incluso desde su producción: la extracción de Omega 3 desde elementos vegetales tiene una huella de carbono mucho menor en comparación con la pesca y el procesamiento del aceite de pescado.
Al reducir o dejar de recurrir a los productos de origen animal, podrás ser parte de una cadena de consumo más consciente y respetuosa con los ecosistemas.
4. Potencia el desarrollo ocular y nervioso
El DHA, un tipo de Omega 3 que es posible obtener como del ya comentado fitoplancton marino, actúa de manera notable en el funcionamiento adecuado de la retina y el sistema visual en general y, de igual modo, ayuda a prevenir problemas como la degeneración macular y a que la visión se conserve óptima por largo tiempo.
Por otro lado, apoya el crecimiento de las neuronas y contribuye a una comunicación más eficiente entre las células nerviosas, haciendo más sencillo el desarrollo cognitivo, algo que en la infancia, en particular, es destacable.
Conclusiones
¿Estás dispuesto a probar el Omega 3 vegano y alinear así el bienestar de tu cuerpo? Aventurarse a experimentar nuevas fuentes de nutrientes vale la pena, mucho más si, de paso, podremos hacerle un bien al medio ambiente.