Este miércoles, el ayuntamiento de Tecamachalco clausuró una parte de la cementera Cruz Azul, por causar daños a tierras de cultivo y al ambiente. Esta empresa comparte también territorio con Quecholac y Palmar de Bravo.
Fue durante la mañana que personal de Protección Civil de Tecamachalco llevó a cabo la clausura. Las autoridades explicaron que la empresa invade 598 hectáreas del territorio de Tecamachalco y de los municipios antes mencionados.
Anteriormente, vecinos de dicha demarcación cerraron la carretera estatal Tecamachalco-Cañada, para exigir la reparación de carreteras, pues acusaron que la empresa no se hace responsable por el daño que sus camiones les hacen.
Semanas antes, el gobierno de Palmar de Bravo también mandó a clausurar la parte correspondiente. Allí, la planta se construyó en 2004. Tuvo un costo aproximado de 300 millones de dólares y se estima una producción diaria de 3 mil toneladas.
Denunciaron que existen quejas de agricultores en contra de la empresa Cruz Azul por contaminación a tierras de cultivo y la sobreexplotación del agua. Señalaron que esto también provocó desabasto en las casas de los vecinos.
Por la tarde de este día, el secretario de Gobernación estatal, Javier Aquino Limón, se reunió con Alfonso Cid Machorro, edil de Tecamachalco, y con Adán Silva Valeriano de Palmar de Bravo; además de integrantes de la cementera.
Allí acordaron establecer una mesa de diálogo para analizar la clausura de la planta y los argumentos que los gobiernos de cada alcaldía. Lo mismo por parte de la empresa, esto con el fin de llegar a un acuerdo.