El presidente fijó una postura firme ante la declaración del embajador de Estados Unidos, Ken Salazar, calificándola de imprudente y una falta de respeto a la soberanía mexicana.
En respuesta, se emitió una nota diplomática y un extrañamiento a la embajada, reafirmando que México no acepta intervencionismo en asuntos internos.
AMLO dejó claro que ningún representante extranjero debe interferir en temas que competen exclusivamente a los mexicanos y espera que no se repita esta situación.