Si un gobierno no sabía y el otro no intervino, entonces la fortuna sonrió a la justica.
La mitología y la superstición son pieza del folklor de las sociedades, a la suerte se le considera también parte de la cotidianidad del pueblo; en el diccionario de la lengua española la suerte se define como el: “Encadenamiento de los sucesos, considerado como fortuito o casual”.
La pata de conejo, la herradura y el trébol de cuatro hojas han sido considerados como amuletos, representan una de las supersticiones más antiguas que todavía se conservan en nuestros días, algunos datos estiman que sus orígenes rondan los 600 años A. C.
En el hinduismo y el budismo la suerte se considera que está relacionada con el karma y el dharma de las personas. Los siete dioses de la fortuna japonesa son deidades de la buena suerte y se representan en grabados.
Nuestro país también tiene acontecimientos fortuitos, a continuación, expongamos uno que tuvo su impacto en los vecinos del norte:
“México no participó en la detención o entrega de los narcotraficantes ‘El Mayo’ y el hijo de ‘El Chapo’ consumada en Texas”, afirmó la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, quien precisó que la primera notificación oficial que tuvieron fue a través de la embajada de Estados Unidos de América. Al señalar que el gobierno mexicano espera más información, expuso que en ambos países siguen su curso las investigaciones sobre el hecho.
El embajador de Estados Unidos de América en México informó que el narcotraficante “El Mayo”, llegó a Texas en un avión privado “contra su voluntad” aunque el otro arrestado junto con él, un hijo de “El Chapo”, sí se entregó. Agregó que “en el avión en el que llegaron los dos miembros del cártel de Sinaloa no hubo participación de las autoridades de su país”.
En la clausura de los juegos olímpicos de París 2024 bajó del cielo el actor norteamericano para llevarse el estandarte olímpico, de la misma forma llegó el narcotraficante mexicano al territorio estadounidense y además como premio, traía consigo a otro perseguido de sus fuerzas del orden. Es posible que en Netflix conozcamos más de este azaroso acontecimiento cuando se estrene la esperada serie.
Cuando los israelitas vagaban por el desierto del Sinaí buscando la Tierra prometida, Yahvé les alimentaba con: “él maná caído del cielo”.
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