Editorial Ángulo 7
En este espacio vertirmos la opinión de nuestro medio, siempre con una visión contructiva Credito: Elaboración propia

Nuevamente el Partido Acción Nacional (PAN) en Puebla da de qué hablar. Esta vez no necesito la dirigencia exigir al IEE que transparente las actas de escrutinio o que hubo fraude electoral. No. Esta vez, fue un militante que pidió a su propio partido ser transparente y una autocrítica.

El pasado miércoles, Edmundo Tletehui Percino, aún alcalde de San Andrés Cholula y también coordinador de los alcaldes panistas, pidió a la dirigencia estatal entregue a la brevedad los resultados del diagnóstico que hizo tras la derrota electoral del pasado 2 de junio.

Es decir, están por cumplirse tres meses desde aquella fecha, y su dirigencia no ha rendido cuenta a su base. No le ha dicho que errores se cometieron y cuáles son los retos para la siguiente dirigencia (la cual, por cierto, se tiene que renovar este año).

¿Con que cara entonces le dice al Instituto Electoral del Estado de Puebla (IEE) que sea transparente? ¿Cómo se atreve a pedir transparencia si desde su seno, no lo llevan a cabo? ¿Ocultan algo? ¿A qué le temen?, si de todos modos ellos reconocieron el proceso electoral, o sea, su derrota.

Eso sí, mientras eso sucede (o, mejor dicho, no sucede) Augusta Díaz de Rivera Hernández, actual dirigente estatal, recorre los diferentes municipios con Eduardo Rivera Pérez, excandidato a la gubernatura de Puebla.

Según, señala la dirigente señala, son para la famosa autoevaluación. Al paso que va, este ejercicio de autocrítica lo entregarán poco antes de que su dirigencia se renueve, lo cual no permitirá hacer una inspección de fondo.

No sólo eso, sino que lejos de cohesionarse y articular una organización, el partido comenzará un proceso de divisiones. Eso, o al menos que todos lo que ya lanzaron una crítica, se hagan ojo de hormiga.