Dentro del Partido Acción Nacional (PAN) en Puebla hay una creciente inconformidad, ya que en varios municipios no están de acuerdo con que el proceso de renovación de la dirigencia se lleve a cabo mediante el Consejo Estatal, en lugar de realizar una elección abierta a la militancia. Según Rafael Micalco Méndez, existen presiones internas para que esta propuesta se concrete, cerrando así la participación de la base.
Micalco advierte que, de llevarse a cabo esta modalidad de elección, se prevén impugnaciones en contra. Aunque evitó detallar quiénes estarían detrás de esta imposición, es bien sabido que esta forma de proceder favorecería a Eduardo Rivera Pérez, excandidato a la gubernatura del estado, quien perdió la contienda en las elecciones pasadas y ahora parece buscar influir en el liderazgo del partido a nivel estatal.
No cabe duda de que el PAN en Puebla parece no alcanzar un consenso interno, y da la impresión de que todo se está haciendo de manera que Rivera Pérez sea el próximo dirigente, sin tomar en cuenta el sentir de las bases.
PAN Puebla en renovación dirigencia: ¿Qué cuentas entregará a militancia?
La gran cuestión es qué cuentas se entregarán a la militancia después de la derrota sufrida el pasado 2 de junio. ¿Acción Nacional cerrará el diálogo con sus afiliados y la oportunidad de que la militancia participe en esta decisión? ¿O dejará que solo un grupo reducido imponga sus intereses?
Es importante recordar que el impulso que tuvo Eduardo Rivera se debió en gran parte al respaldo de sus votantes, quienes lo acompañaron en varias ocasiones en las marchas organizadas por Claudio X. González. Mucha gente lo apoyó, pues incluso lideró algunas de estas manifestaciones.
Como dirían los jóvenes: “¿Tendrá el valor de convertirse en lo que juró destruir?”. Si el PAN proclama que la democracia y la participación ciudadana son pilares para construir un mejor México, ¿por qué no aplicar esos mismos principios dentro del partido?
Surgen muchas dudas y todo parece indicar que lo que reinará será la imposición, poniendo en riesgo la cohesión interna y la confianza en el liderazgo.