El pasado fin de semana, en Palacio Nacional se llevó a cabo el Primer Encuentro Continental de Comunicadores Independientes para reflexionar sobre las narrativas actuales y hacia dónde deberíamos ir en materia de comunicación humanista y periodismo.
En este encuentro, hubo más preguntas que respuestas por parte de los participantes, quienes reconocieron la importancia de cambiar las narrativas y buscar un periodismo independiente, lo cual no es sencillo de lograr, debido a las prácticas en este rubro.
Por una parte, los medios de comunicación, generalmente, se mantienen de convenios gubernamentales o empresariales, lo que limita su libertad y, por la otra, hay comunicadores que tienen otros ingresos y en eso estriba su independencia, pero les falta cobertura y considerar todas las voces en un hecho.
También, se comentó que las plataformas de redes sociales manejan algoritmos que censuran ciertos contenidos y, por ello, un medio de comunicación independiente debe apostarle a ser mantenido por sus audiencias, cuidando que sus noticias sean de acceso libre.
Las redes sociales democratizaron el ecosistema mediático, pero hay muchos retos que enfrentar, entre ellos, el autoritarismo de dichas plataformas, que promueven y censuran temas.
¿Hacia dónde ir?
Hacia un modelo de comunicación humanista que sea mantenido por las audiencias y, además, sea crítico y sustentado respecto a las acciones gubernamentales que perjudiquen al interés público, porque lo más valioso en los próximos años será la credibilidad.
En este modelo de comunicación humanista es muy importante usar las herramientas del periodismo y no descalificar al otro porque es la simiente del fascismo.
En este encuentro, participaron las periodistas Inna Afinogenova y Nancy Flores, así como comunicadores como Poncho Gutiérrez, Meme Yamel y Pablo Olivera, quienes señalaron que el comunicador humanista puede ser periodista o no, pero debe ser autocrítico, ético y analítico.
En tanto, el vocero presidencial Jesús Ramírez Cuevas comentó: “las campañas de odio y resentimiento son estrategias deliberadas de psicología de guerra para no poder comunicarnos”, lo cual debemos revertir.
¿Buenos contra malos?
Hay que salirnos del discurso de buenos contra malos, aunque no es fácil e ir hacia el diálogo con el otro. Ir más allá del yo en las redes sociales, se comentó en el encuentro, y decirle no al “espejo de narciso” que busca que nos sintamos más importantes que los demás. “Hay que voltear el espejo y ver la colectividad, el rostro de muchos”, dijo Jesús Ramírez y, además es parte del trabajo periodístico.
Hay que ir contra la cultura de las “selfies” y el protagonismo, por lo que la batalla es cultural y promover –a través de las redes sociales y medios de comunicación independientes– las colectividades.
Hay que decir que el periodismo permite y promueve al otro, por lo que, en esencia, es democrático, plural e incluyente, mientras que la comunicación también valora y se retroalimenta de los otros, pero su trabajo puede estribar más en la opinión, pero si es sustentada y ética es muy válida.
En conclusión, un medio de comunicación independiente debe tener audiencias que soporten y promuevan su trabajo.
