De enero a septiembre de este año los delitos de violencia familiar, robo, violación y feminicidio subieron entre 9 y 40 por ciento; en tanto, secuestro, extorsión, homicidio y narcomenudeo bajaron respecto a 2022, por lo que es necesario fortalecer la estrategia de seguridad.
Lo anterior, lo dio a conocer este lunes el Instituto para la Gestión, Administración y Vinculación Municipal (Igavim) mediante un análisis realizado a 14 delitos registrados en la entidad hasta tercer trimestre del 2023 comparado con el mismo periodo del año pasado.
Dicho informe, elaborado con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (Sesnsp), en el que se tomó en cuenta la incidencia de alto impacto más recurrente, misma que arrojó que ocho de estas causas tuvieron un incremento y seis bajaron.
En ese tenor, de mayor a menor, los delitos que tuvieron un aumento en los primeros meses del año en comparación con el mismo periodo del 2022, el feminicidio subió 40 por ciento al pasar de cinco a siete casos, que es una diferencia de dos y el robo a transportista creció en 26.8 por ciento, pues de 506 creció a 642, que son 136 más.
Robo a vehículo sube 21%
Por su parte, el robo de vehículo subió 21.8 por ciento, pues pasó de mil 916 a 2 mil 335 casos, una diferencia de 419; el de violación creció 15 por ciento, de 201 a 231, que son 20 hechos más; en el robo con violencia fue de 10 .8 por ciento, ya que de 3 mil 494 llegó a 3 mil 872 hechos, que significa 378 más.
En tanto, el delito de violencia familiar aumentó en 9.6 por ciento, al pasar de mil 947 a 2 mil 134, que son 187 más; mientras que el robo a transeúnte creció 9.4 por ciento, de mil 30 a mil 110, es decir, una diferencia de 80 y el hurto a casa habitación incrementó 1.4 por ciento de 657 a 666 casos, una comparación de 11.
En contraste, los seis que bajaron son el secuestro con el 40 por ciento al pasar de cinco a tres en los nueves meses del año; el narcomenudeo lo hizo en 31.5 por ciento, de 695 a 476 casos, que son 219; y el homicidio culposo en 14.7 por ciento, pues de 109 decreció en 93, es decir, 16 menos.
Mientras que la extorsión disminuyó en 9 por ciento al pasar de 33 a 30 hechos, es decir, tres casos menos; el robo a negocio bajó en 8.7 por ciento, de mil 139 a mil 40, que son 99 casos y el homicidio doloso decreció en 7.8 por ciento, pues de 229 se quedó en 211, es decir, 18 menos.
Incidencia de tasa por habitantes
El Igavim señaló que las 3 mil 872 carpetas de investigación del robo con violencia arrojan una tasa del 57.1 por ciento por cada 100 mil habitantes con una abierta cada 33 minutos con 56 segundos; el de robo a vehículo con 2 mil 335 fueron 34.4 por cada 100 mil con un expediente cada 56 minutos y 16 segundos.
De violencia familiar los 2 mil 134 casos que van representa una tasa del 31.47, con una investigación abierta cada hora con 2 minutos; los mil 110 de robo a transeúnte es el 16.37 con una hora con 58 minutos; las mil 40 de robo a negocio marca una tasa de 15.34 con una carpeta cada 2 horas y 6 minutos; los 66 de hurto a casa habitación es el 9.8 con un expediente abierto cada 3 horas 17 minutos.
Los 642 robos a transportistas son una tasa de 9.5 por cada 100 mil habitantes con 3 horas y 25 minutos en el que se abrió la investigación; las 476 de narcomenudeo es el 7 en tasa con 4 horas y 36 minutos cada expediente; las 231 de violación son el 3.7 con 9 horas y 29 minutos, mientras que las 211 del homicidio doloso son el 3.1 y se cometió uno cada 10 horas con 23 minutos.
Las 93 carpetas de homicidio culposo son el 1.4 en tasa por cada 100 mil habitantes, registrándose uno cada 23 horas con 33 minutos; los 30 de extorsión son el .44 y con una cada 3 días con una hora; los siete feminicidios son una tasa de .20 y fueron 13 días el tiempo en que se inició la investigación y el de secuestro con tres, es el .05 con una carpeta cada mes.
Cifras reflejan inestabilidad
Ante estas cifras, el Igavim señaló en su informe que una de las áreas con mayor dificultad a nivel nacional es seguridad pública, su funcionamiento deriva no solo de las estructuras técnicas, sino también de las éticas, pero la información pública y oficial acerca de la incidencia delictiva se encuentra limitada.
Hace énfasis en que la disminución en seis de 14 delitos analizados en el tercer trimestre de 2023, aún refleja indicadores de inestabilidad, pues en algunos de los delitos se ubica en los primeros lugares y se mantiene al alza en cinco de ellos, por lo que los indicadores continúan generando indicadores negativos constantes.
Además de que la percepción continúa teniendo limitada inclusión institucional en los criterios utilizados para el seguimiento de la incidencia delictiva, existe fragilidad entre la vinculación de la movilidad y la seguridad social, económica y jurídica, lo que influye en la tendencia negativa.
