Ante la petición de algunos trasportistas de que se suba a 12 pesos el pasaje, usuarios señalaron que no es viable, pues primero deberían mejorarse las unidades, capacitar a los conductores para que tengan un mejor trato, no se vayan correteando y que amplíen su servicio.
Esto, de acuerdo con un sondeo hecho por Ángulo 7 en Puebla capital, toda vez que la última vez que se autorizó un incremento en la tarifa a 8.5 pesos fue en octubre del 2019 en el que se hicieron varios acuerdos entre el gobierno y los concesionarios, entre ellos que se renovarán unidades e instalarán cámaras.
Los usuarios coincidieron en que la gran parte de las unidades no ha sido cambiada, ni tampoco están adecuadas para personas con discapacidad, además de que algunas van “atiborradas” de pasajeros debido a que no son suficientes o tardan en pasar, lo cual tiene que atenderse.
Tal es el caso de la señora Dominika, quien señaló que es necesario que haya más unidades, que los choferes sean amables y respetuosos y a que personas como ella, que es de la tercera edad, los levante porque no siempre lo hacen porque “los ven viejitos” y solo pagan 4 pesos.
Indicó que se tiene que dar una capacitación a los choferes del sistema de transporte público y que aumenten el número las corridas, porque en horas pico hasta tienen que ir colgados, pues “representa un riesgo latente” para los usuarios que todos los días tienen que abordar.
“Como creen que lo quieran aumentar a 12 pesos, ni de chiste, hay personas que tienen dos o tres hijos, se van a gastar hasta 100 pesos, todavía a 9, pues tal vez porque si debemos reconocer que deben tener mejores ingresos, pero no tanto”, expresó al tiempo de señalar que usa las rutas 10, Azteca, 3, 41, 76, 72, 24 y el metrobus.
Si bien hay rutas que pasan temprano, dijo que otras como la 10 o la 24 ya no lo hacen tan tarde y máximo lo hacen a las 9 de la noche, con el argumento de que no hay pasaje o prefieren ya no circular para evitar ser asaltadas.
Debe garantizarse seguridad: Luis
Mientras que Luis Fernando consideró que uno de los puntos en los que se debe poner atención es la seguridad, pues de nada ha servicio que tengan instaladas cámaras o botones de pánico si siguen los asaltos, lo cual también debe de ir de la mano con la renovación del transporte.
“Igual se tiene que dar el tema de la capacitación de los choferes, hay algunos que son groseros. También hay algunas que tardan en pasar, que yo creo que es porque hay pocas como la 77a, igual lo hago con la 10, aunque está si seguido, los horarios están bien, pero eso de que se suba a 12 pesos está muy caro, yo por lo menos uso dos al día”, remarcó.
Por su parte, María José consideró que, en primera instancia, se tiene que trabajar con los concesionarios, pues si bien siempre critican a los choferes, los dueños de las unidades son los que los presionan para que cumplan con la cuota, lo que tampoco deja que sea un trabajo digno.
Asimismo, dijo que se tiene que garantizar la seguridad, pues al ir lleno se preste a que los bolseen y les quiten sus pertenencias, aunque para ello se necesitan más unidades, pero también que estas estén en buenas condiciones, ya que a veces hasta rechinan.
“Deficiencias son muchas, luego te dicen cámbiate a la de atrás porque ya no jala, entonces son muchos ajustes que se tiene que hacer para un transporte digno. Yo uso la 3 y después de la 9 de la noche en Zavaleta ya no pasa, eso también se tiene que ver, no podemos quedarnos sin servicio”, remarcó.
“Van atiborradas y ya no pasan tarde”: Paulina
En tanto, Paulina quien vive en el sur de la ciudad, tiene que tomar la 33, 72 y 55, pero “siempre van retacadas” en la mañana, por lo que considera que les hace falta organización en las horas picos, porque saben que de antemano hay más pasaje y deberían pasar más seguro.
Y es que, dijo, le ha tocado que se descompongan porque “va llenísimo”, lo que igual los afecta, sumado a que están viejas y se suponía que la renovación era uno de los acuerdos hechos desde el 2019 y para lo grande que es la ciudad tendría que ser un sistema mejor.
A esto se sumó Itzel, quien vivo por la zona del Parque Ecológico y toma unidades de la ruta como la 3 y la 76 que vienen hacia el centro, comentó que se tiene que capacitar a los choferes, pues “manejan como animales”, ya sea porque se van correteando o porque quieren ganar el pasaje.
Refirió que igual en ocasiones tardan en pasar, porque son pocas unidades, además de que no siempre trabajan tarde, pues en ocasiones después de las 9 de la noche no se ve que circulen, por lo que quienes las necesitan tiene que tomar otras alternativas.
De igual forma, otras rutas que redujeron su horario de servicio son la bulevar-CU, que desde que entró la Línea 3 de RUTA, cambio de derrotero y a las 9 de la noche en el centro ya deja de pasar, al igual que la 52, que antes hasta las 10 de la noche circulaba y ahora ya no.
